¿Que me da por el yoga? Pues yoga para todos, niños incluidos. Y así estamos, en estado zen madre e hijas. Ya solo me queda liar al padre…
Lo bueno es que esto del yoga, no les viene de nuevas a mis hijas. Mi hermana lleva ya varios años practicándolo, incluso estando embarazada, y siempre que puede también hace sus posturas o asanas en casa. Olivia, Martina y Lola llevan viendo como hace yoga desde pequeñitas y siempre les ha divertido mucho imitarla.
Ir a casa de mi hermana y hacer yoga van de la mano, sobre todo desde que los reyes les trajeron un juego que les encanta.
Durante ese ratito que están jugando o siguiendo «las clases» de mi hermana, están concentradas y se esfuerzan por hacer las posturas lo mejor que pueden… y nosotros nos partimos de risa con ellas porque están divertidísimas.
Ahora que he empezado yo también a hacer yoga, de vez en cuando me da por practicarlo con ellas en su habitación. Muchas veces por divertirnos y otras por tratar de que se tranquilicen un rato cuando veo que están muy alteradas y pasadas de revoluciones. Y oye, ¡funciona!
Por otra parte hace ya varios años, a través de la familia de Tacho conocí a Cayetana Ródenas (todavía no en persona) y siempre me encantó ver la evolución de su hija mayor con el yoga, mucho antes de tener yo niños. Cuando veía sus fotos, siempre pensaba en que el día que tuviera niños, me gustaría que lo practicasen, me parecía muy completo. Recuerdo que en los comienzos del blog hablamos muchas veces de hacer este post de «yoga para niños» e ir a hacer fotos a alguna de sus clases, pero al final, por unas cosas u otras, nunca lo hicimos, y se quedó en el tintero. Cosas del destino, ahora cobra más sentido que nunca y aquí está.
Hablé con Mercedes de la Rosa, una de mis profes de yoga y cofundadora del centro al que voy (Zentro Urban Yoga) y a la que, como os prometí, he conseguido liar un poquito, para que de vez en cuando nos hable de algunos de los temas que tratamos allí y que son muy interesantes y otros que a mí personalmente me apetecen mucho, como el yoga para niños.
Que por cierto, [kit kat] a todos los que os interese, ¡este sábado hay taller de yoga en familia en el centro! Martina llevaba queriendo venir desde el primer día, asi que por fin podremos disfrutarlo juntas. Un plan madre-hija de esos que tanto nos gustan.
Con Mercedes hablé sobre el por qué del yoga para niños, ¿qué beneficios tiene? ¿qué les aporta?¿cuándo empezar?
Y estos fueron los 5 puntos más destacados:
Si tuviera que elegir una etapa de la vida para iniciar la práctica de yoga, ésta sería, sin lugar a dudas, la infancia. Tras muchos años de práctica, enseñando yoga y viendo los resultados, creo que es el mayor regalo que podemos hacer a nuestros hijos para que se desarrollen como personas conscientes, saludables y empáticas.
El yoga para niños es ligeramente distinto al yoga que practicamos los adultos. Es una actividad más creativa y divertida, en la que se intercalan juegos e historias, que permiten a los niños entrar en contacto con su cuerpo y su respiración, reconociendo qué es la relajación, la concentración, la escucha y contribuyendo a su crecimiento como persona.
Se puede practicar yoga desde bebé, acompañado de un adulto, pero la edad recomendable para que un niño se inicie en el yoga sólo es a partir de los 3 o 4 años (dependerá mucho del niño y de su madurez). Luego, las clases y secuencias se van modificando hasta la adolescencia.
El yoga trabaja tanto a nivel físico como interno y son infinitos los beneficios que proporciona. Estos son algunos:
– Con las posturas físicas (asanas) se consigue un buen desarrollo psicomotriz, se ejercita la flexibilidad y la fuerza, se gana seguridad y se trabajan aptitudes como la confianza, la seguridad, la autoestima, la paciencia o la tolerancia.
– A través de la respiración se logran reducir los niveles de estrés y ansiedad que pueden afectar de distintas maneras al niño, y se pone en práctica la concentración.
– La práctica de la relajación disminuye tensiones musculares, calma la mente, y prepara el cuerpo para aprender en un estado de mayor concentración, lo que favorece el desarrollo de la memoria y facilita el aprendizaje de nuevos conocimientos.
Y así además de a todo esto le sumáis, como os comentaba yo, que es mano de santo cuando hay que bajarles las revoluciones, ya no hay quien se resista…
Y ya para terminar, he querido hacer una pequeña recopilación de juegos de yoga para niños, incluido el que tenemos nosotros y que tanto éxito ha tenido en la familia.
1.Yoga with Yoguitos. Un conjunto de 30 tarjetas con ilustraciones con personajes muy especiales que acompañaran a grandes y pequeños, a toda la familia, solos o en equipos a conocer algunas de las posturas más usadas en la práctica de yoga.
2. Yoga Spinner de Dideco. Éste es el que trajeron los reyes y les gusta muchísimo. Se juega con una ruleta y en función del color en el que caigan tienen que hacer un tipo de posturas u otras, unas más fáciles otras más difíciles. Lo divertido es jugar toda la familia. Se tronchan de risa viendo a los mayores intentando algunas de las posturas más complicadas.
3. Yogame Zoo. Gracias a las láminas ilustradas, podrán aprender a representar cada animal con su propio cuerpo a la vez que se divierten jugando. En grupo tendrán que liberar a los animales de las jaulas del zoo. Y para conseguirlo, deberán imitar al animal que muestre la carta y mantener la postura durante el tiempo marcado. Será una forma divertida de experimentar con los pequeños los beneficios del yoga.
4. Yogame ABC. Gracias a las láminas ilustradas, podrán aprender a formar las letras con su propio cuerpo a la vez que se divierten jugando. Una vez conozcan cada letra, podrán escribir su nombre, crear palabras misteriosas, jugar al ahorcado creando ellos mismos las letras y mucho más.
5. Yoga para pequeños exploradores. Un simpático cuento para introducir a los niños en el mundo del yoga.”Gopala es un niño inquieto que se divierte explorando el mundo que le rodea. Un día, encuentra unas pisadas sospechosas: ¿de quién deben de ser? Para descubrirlo contará con la ayuda de unos simpáticos animales… ¡que hacen yoga!”
Mil gracias Mercedes por tu colaboración y a los que os animéis, ¡nos vemos el sábado!
PD: Mil gracias también a mi cuñado Victor que me ha cedido estas fotos que les hizo el pasado verano durante una de las clases de mi hermana en su casa. ¡Que pequeñitas están madre mía! No puedo creer lo que han crecido y cambiado en estos meses…
Qué bien que os esté enganchando el Yoga. La verdad que es una sensación bastante complicada de explicar la que sientes durante y después de una clase. Yo, como te comenté, sigo yendo a clases, ahora para embarazadas, y en esa misma clase van mamis con bebés para hacer ellas lo que puedan y que ellos tengan su momento de esparcimiento entre esterillas. Y oye, la mayoría de las veces, los 90 minutos de clase, éstos están pululando tranquilamente por la clase. Así que corroboro que funciona hasta con bebés. No sé si será el incienso, la música, la voz de la profe… jejeje…
Seguiremos viendo tus avances y lo que nos cuentes de yoga, que a me interesa mucho.
Un besote y buen día.
Totalmente de acuerdo Natalia. El yoga tiene algo…
Un besazo fuerte y me alegra «ver» que sigas igual de bien!
Qué chulo! nunca he tenido la oportunidad o el tiempo de hacer yoga pero quizas ahora con los peques a punto de cumplir cuatro sea un buen momento para empezar a ir en familia… pero no sé si al padre le entusiasmará la idea 😉
Justo 4 años es la edad que nos recomendaban para los talleres en familia, asi que perfecto!
Sólo puedo decir… qué envidia! En septiembre hice el propósito de empezar yoga… y aquí estoy, no sé cuantos meses después y sin conseguirlo. :-S
Bueno, si te sirve de consuelo, a mi me pasa con muchos otros propósitos. Éste es de los pocos que estoy cumpliendo! jaja. Seguro que tienes alguno por ahí que lo llevas más a rajatabla ;D Beso!
Un post perfecto, Bea; yo creo que cuando lo lea tu marido, también se enganchará al yoga. Las fotos tienen un aire muy CBDA… a pesar de que hayan salido de la cámara de tu cuñado: debe de ser la impronta familiar: son una delicia y captan de una manera preciosa la atención y la pasión con que abordan los más peques estos temas (ahí, dándolo todo… jajaja). La foto que encabeza el post es… Ufff!!! Si consigo recuperarme de una vez, de todos los achaques virales que me están saboteando desde antes de Navidad, retomaré el tema yoga,… y los cursos de H!C (soy gafe),… y el blog (hace un siglo que no publico)… Esta última gripe me ha dejado KO. Seguramente el yoga, como nos ayuda a relajarnos, a conectar con nuestro cuerpo y nuestras emociones, y a vivir de una manera más consciente, me ayudaría a ponerme las pilas y a activar mi sistema inmunitario… que buena falta le hace.
Gracias, como siempre, por estos posts tan increíbles. Un abrazo grande, Bea!
Gracias eSteR como siempre!!
Le enganché una vez, una verano. Estuvimos un mes yendo juntos y le gusto mucho, pero si sólo tiempo para disfrutar de un deporte, tiene otras preferencias… Pero seguro que al yoga casero le liamos fijo, jaja. Un beso grande
Al final me has convencido Bea! Nos vemos el sabado 🙂 que planazo!!!
Genial Lu!!!! Allí nos vemos!
Definitivamente, el yoga nos viene bien a todos, grandes y pequeños, para aprender a tomar pausas!! 😀