«Un hotel en las nubes con un parque de atracciones en la puerta, vistas a un faro, un funicular que nos baja a «tierra firme», una playa en la ciudad, tomar helados en el puerto o ver como se forman y rompen las olas en La Concha, fueron algunos de sus momentos estrella de nuestro fin de semana en San Sebastián.»
San Sebastián se hizo esperar. La teníamos en nuestros pensamientos desde hacía meses pero el tiempo se nos resistía, y después de un invierno tan frío y lluvioso, la verdad es que nos apetecía disfrutarla en todo su esplendor, es decir, con solazo, y vaya si lo conseguimos.
Hacía mucho que no nos escapábamos los 4 juntos y solos y ya lo íbamos necesitando. Este año hemos salido poquito, así que el finde lo cogimos con ganas.
Aprovechamos nuestro paso por allí para un nuevo post para el Journal de Bellerose y seguir compartiendo España más allá de nuestras fronteras. Nada me gusta más que ser embajadora de nuestro precioso país de la mano de una marca como Bellerose, con la que llevo ya 7 años de orgullosa colaboración. Madre mía, ¡7! Acabo de echar la vista atrás y mirad cuál fue uno de mis primeros post con ellos, ¡mis fotos embarazada de Lola! Qué morriña, qué recuerdos y qué bonitas las fotos que me hicieron los Cup of Couple…

«Faro entre la niebla, viento de cara»
(Supersubmarina)
Pero bueno, ¡volvemos a San Sebastián!
¿Y por dónde empiezo?
Quizá debería hacerlo por lo que sin duda es siempre la mayor atracción para ellas, vayamos a donde vayamos… ¡el hotel! Pregunté a mi amiga Laura en qué zona me recomendaba quedarme y ella me dijo sin dudarlo: Monte Igueldo. Así que me puse a buscar y encontré el Hotel Monte Igueldo con unas vista increíbles de la bahía de La Concha, del faro y lo mejor de todo… con un parque de atracciones antiguo en la puerta, literal. Así que no había dudas, era el sitio elegido. Despertarte por las mañanas viendo el mar y desayunar con esas vistas San Sebastián es impagable para los mayores, y para ellas, qué os voy a contar, tener unas alfombras mágicas, una montaña rusa o unas camas elásticas en la puerta de «casa» puntúa doble.
Y con el funicular también en la puerta, más no se podía pedir. Es cierto que tienes que andar subiendo y bajando y que en función del plan, puede parecer un rollo, pero nosotros al ir tan poquitos días, disfrutamos mucho alojándonos en las alturas.
Funicular Monte Igueldo
Te quedes o no en Monte Igueldo, subir en funicular es un plan que no puede faltar, con todo el encanto del Donosti más antiguo que te teletransporta a otro siglo.




El primer días bajamos en funicular y fuimos recorriendo toda la bahía desde la playa de Ondarreta, paseando por toda La Concha hasta llegar hasta la Parte Vieja, donde nos ganamos una buena comida.
Si os digo que San Sebastián tiene un encanto especial difícil de explicar, no os descubro nada nuevo, ¿verdad? Es el ambiente, es su elegancia, lo cuidada que está toda la ciudad, su arquitectura, los detalles… desde las farolas del paseo a su mítica barandilla, San Sebastián tiene una clase que sin duda te atrapa.


Somos muy de ciudad interior, así que Martina y Lola se vuelven locas en cuanto ven una playa. Lola no ve el momento de bajar, descalzarse, pisar la arena y meter los piececillos en el agua, le da la vida, ¿y a quién no?


Del Peine del Viento al puerto
Nos llevó toda la mañana el paseo porque nos lo tomamos con toooda la tranquilidad del mundo y sin prisas que para eso estábamos de finde y si me preguntáis si lo aguantaron bien, os diré que sin problemas. Son 3 kilómetros de un sitio a otro, que paseando y jugando por la playa se pasan en un momento y te abren el apetito para ponerte fino a pintxos o lo que surja.

Del Peine del Viento a la Parte Vieja: merece la pena recorrer el trayecto con tranquilidad por el paseo y la playa de La Concha…
De pintxos por San Sebastian
Cuando dije que nos íbamos a Donosti, nos llovieron las recomendaciones entre las que no faltaron por supuesto, cientos de sitios donde ir a comer buenos pintxos. Os dejo aquí algunos de los preferidos por ejemplo de Cecilia de Días de Vino y Rosas que me envió una lista con muy buena pinta y viniendo de ella seguro que no defrauda:
- Bodega Donostiarra, el mejor para pintxos clásicos y buenísimos y precios de local no de turista.
- El Topa, un mexicano fusión vasco riquísimo. No podéis dejar de probar los tacos al pastor vasco.
- En la ruta de pintxos por la Parte Vieja no puede faltar:
- la gamba a la gabardina de Paco Bueno
- el risoto de idiazábal en el BordaBerri
- la tarta de queso de La Viña
- Por la zona centro:
- el ravioli de langostino con salsa de Martini en «El Antonio»
- las berenjenas rellenas y las albondigas caseras en el Haizea
Y digo que seguro que no defrauda porque nuestra realidad fue ¡que no pudimos probar ninguno! jaja. Llegamos en hora punta y con el día que hacía que se había echado todo el mundo a las calles (como es normal), fue imposible encontrar hueco casi en ningún lado. Así que comimos muy rico en un restaurante cualquiera donde nos dejaron un mesita para los cuatro. Pero queda pendiente volver con Tacho para disfrutar de un buen finde gastronómico.


Parque de atracciones Monte Igueldo

De cosquillas en la tripa y paseos de la risa… el Parque de Atracciones de Monte Igueldo no se lo pueden perder.
En la primera bajada de las alfombras voladoras se tiraron las dos, en la segunda Lola dijo que bajara Rita… que le daban muchas las cosquillas en la tripa y que mejor se quedaba mirando a su hermana disfrutar desde arriba.
Después de una tarde de montañas rusas, camas elásticas, tiovivos y alfombras mágicas, nos bajamos al centro a dar una vuelta y pasear por la calles de San Sebastian, cotillear un poco entre sus tiendas, conocer de paso la que tiene Bellerose en la ciudad (C/Guetaria, 20) y dar una última vuelta por el puerto al atardecer antes de volver al hotel a cenar, ¡que es lo que más ilusión les puede hacer en el mundo!
Mas cositas que hicimos:
Peine del Viento
El domingo por la mañana nos fuimos a visitar el famoso Peine del Viento, de Eduardo Chillida que está justo al final de la playa de Ondarreta, en un extremo de la bahía de La Concha.
Martina y Lola se lo pasaron en grande viendo romper las olas y jugando con los bufones. Su cara la primera vez que se pusieron encima de uno de ellos y subió una ráfaga de viento, fue un poema. Los bufones son unos perforaciones que hay en el suelo al lado del Peine del Viento. Son salidas de aire y agua que se abastecen de las olas más fuertes que rompen contra las rocas. Y claro, cuando no tienes ni idea, ¡te metes un buen susto! (Yo incluida)
Pasear por el puerto
Del Peine del Viento nos fuimos de nuevo al puerto con intención de entrar en el Aquarium, pero finalmente decidimos aprovechar el día tan bueno que hacía, y helado en mano nos plantamos en la rampa del puerto con nuestros pies descalzos y a remojo.
Otro buen plan para hacer por el puerto, es comprar gambas o marisco cocido al peso y sentarte a comerlo disfrutando de las vistas.
Martina y Lola digamos que le gustó más el plan del helado que el de la gamba cocida, pero seguro que como a nosotros, a muchos os hace más gracia lo segundo.




Nos quedaron muchas cosas por ver y desde luego nos faltaron muchos días para disfrutar la ciudad con calma, pero aprovechamos todo lo que pudimos ese dia y medio que tuvimos. Una buena excusa para volver es quedarse siempre con ganas de más, así que tendremos que volver…
Espero que os haya gustado y a los que no conocíais la ciudad o tenéis pensado viajar pronto, que os haya servido de ayuda.
En unos días, esta mini finde en San Sebastián estará también en inglés en la web de Bellerose para todos aquellos que tengáis amigos fuera y os apetezca compartirlo con ellos.
¡Nos vemos pronto!
Creo que nunca me cansaré de ver tus posts!! Y así a cuenta gotas también saben muy ricos 🙂 Maravillosa tu forma de mirar y verte en las fotos con esa naturalidad tan tuya. Besos my dear!!
Precioso post! Ver mi ciudad a través de tus/vuestros ojos me ha encantado, y me hace redescubrirla.
No tardéis en volver, os estamos esperando!
Cómo crecen tus niñas, Bea… Y cómo creces tú: el post es una maravilla, pero la estructura valiosísima que le aportan tus magníficas fotos es indiscutible. Sigo pensando que la fotografía es tu gran asignatura pendiente a nivel profesional: tendrías que ponerte mucho más a menudo detrás de la cámara porque tu forma de ver la vida brilla con luz propia, con la misma luz y bella energía con la que brillan tus fotos. Un abrazo grande, preciosa!
Qué artista eres, Bea.
Te sigo desde que empezaste y cada vez me dejas más impresionada.
Un día tengo que conocerte en persona y decirte que soy fan de tu familia!
Besos.
Impresionada,agradecida,y un poquito metiéndome en ese mundo que veo a través de tus ojos , que me hace viajar a otro lugar cuando las cosas no van demasiado bien a mí alrededor, tú me haces amar mucho más a mis hijos y mi marido…. gracias por hacerme un poco más feliz, gracias