Qué tienes en la nevera / No más – de mamá

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ilustración veronica algaba no mas de mama cbda

Carlos Román.

Fundador del proyecto gastronómico, gráfico y audiovisual No más — de mamá, donde desempeña las funciones de cocinero, redactor y fotógrafo desde 2011, y coautor del libro No más platos de mamá, derivado de dicho proyecto.

Hizo la carrera de Traducción e Interpretación en Sevilla. Actualmente, compagina sus funciones en No más – de mamá con un máster en Traducción Audiovisual y su formación como cocinero en la escuela Hofmann de Hostelería, en Barcelona.

A sus veinticinco años, ha trabajado, entre otras cosas, de camarero en un restaurante chino, de vigilante nocturno en una empresa de camiones, de pintor de barrotes de casas, de vendedor de entradas en un cine de verano y de barman en un pub londinense. Su actor favorito es Steve McQueen y no le gusta la sopa demasiado caliente porque quema.

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Fotografía por PlayGround cedida para Lacoste

Aquí os dejo con algunas de las cosillas que tiene Carlos en su nevera. Es un chico de salsas, eso sin duda.

1. Yogures de La Fageda.

Son el máximo exponente del buen gusto en cuanto a yogures: cremosos y agradables al tacto con la lengua. Además, no llevan colorantes, lo cual es un punto a su favor. Respecto al sabor, diría que son de lo mejorcito que he probado.

2. Piparras en vinagre de La Guipuzcoana.

La gente que no come piparras —o guindillas— en vinagre porque se queja de que pican se ha quedado sin excusas: NO PICAN. Se zampan en tres bocados —dos si eres un ansioso como yo— y son perfectas para cualquier mezcla cerda que se te venga a la cabeza: patatas fritas y berberechos, bocadillos, romesco y, por supuesto, cualquier guiso de judías pintas. ¡No fallan!

3. Salsa Tabasco.

Me sorprendió muchísimo descubrir que no era mexicana, a pesar de que intuyo que la receta original, como ha pasado en muchísimos otros casos, sí. De ahí a que el creador en cuestión haya cobrado sus royalties por ello hay un paso enorme y muchísimas conjeturas, así que no me meteré más en este berenjenal. ¿Qué puedo decir de esta salsa que no se haya dicho ya? Supongo que no invento nada al afirmar que un zumo de tomate sin Tabasco, unas gotas de limón, sal, pimienta, un par de hielos, una ramita de apio y dos o tres de cebollino NO VALE LA PENA.

4. Mostaza de Dijon de Maille.

Antes, iba a bote por semana. Ahora, después de pasar por varias clínicas de desintoxicación, he conseguido bajar un poco el ritmo de consumo. Eso sí, no encontrarás un mejor contrapunto ácido para esa mayonesa casera que tanto se te resiste.

5. Salsa Worcestershire de Lea & Perrins.

Esta salsa es la representación culinaria de la palabra todoterreno: acepta ensaladas, pizzas, hamburguesas, albóndigas, pastas, empanadillas, ragús y cualquier cosa que le pongas por delante sin despeinarse. Deberían nombrarla Patrimonio de la Humanidad. Ha hecho más por mi felicidad que las cinco temporadas de The Sopranos —o no, pero queda más guay decir que sí—.

6. Jugo Maggi.

He aquí otro ejemplo de un buen producto fabricado en masa. La suelo usar para las mismas cosas que la salsa Worcestershire. A veces, cuando junto las dos con el Tabasco, se forma un triunvirato que ríete tú de la Santísima Trinidad.

7. Queso Flor de Esgueva.

No concibo meterme a cocinar sin abrir una cerveza, sacar unas cuantas regañás y cortar un par de triangulitos de este queso. Está curado, es algo seco y muy sabroso. ¡BRU-TAL!

8. Rúcula selvática de El Huertico.

Nada de hojas mustias y sosas. Esta rúcula parece venir de la mismísima vega del Tíber. Cruje al morderla y es amarga como la vida. Perfecta para meterla entre pan y pan con un poco de un jamón decentito y —¿por qué no?— un poco de Flor de Esgueva.

9. Aceitunas negras de Blai.

En casa siempre hemos sido de aceitunas de pueblo, las amargas, las que te comes con pan. Estas, a pesar de venir envasadas, son un muy digno sustituto. Sírvelas con un poco de feta, tomates secos, aceite de oliva y orégano. De nada.

10. Mató de Pastoret.

Cómetelo como relleno de canelones, con miel o, simplemente, a cucharadas. Este mató es pura mantequilla, delicado y sabroso a partes iguales.

¡Muchisimas gracias Carlos!

Nos llevamos unas cuantas recomendaciones a la lista de la compra.

Ilustración de Verónica Algaba para cbda.

10 comentarios

  1. Me encanta esta sección. Es una forma genial de conocer nuevos productos que probar!!
    Por cierto, descubro ahora que esas guindillas no pican!! tendré que probar… 😉

  2. Me encanta esta sección! Sobretodo descubrir que la nevera de Carlos se parece tanto a la de casa. Los yogures de La fageda (y su helado de yogur!), el mató del pastoret o ese Flor de Esgueva que no puede faltar. Y mi chico, que es más de salsas que yo, además es un fanático de la mostaza de Dijon. Besos!

  3. A qué clínica de rehabilitación fuiste para bajar el consumo de mostaza de Dijon, Carlos? En mi caso también soy yonki de la mostaza a la antigua… 😉

  4. cómo me gusta esta sección!! esto de cotillear en neveras ajenas… me encanta!! 🙂 y las ilustraciones son una preciosidad

  5. La salsa Tabasco no es muy socorrida en México, se usa moderadamente para acompañar mariscos y cocteles, pero muy de vez en cuando, acá usamos los picantes frescos para las salsas y aderezos. Hay salsas parecidas a la Tabasco como la ‘Huichol’ o la ‘Valentina’, son más picantes, espesas y avinagradas, éstas sí la ponemos en muchas cosas, hasta en la fruta.

    Soy muy fan de CBDA.

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