En noviembre de hace ya dos años, escribi este post. En él hablaba del destino, de disfrutar cada segundo de la vida, de niños, de esperanza y de una película llamada Maktub. Os animaba a ir a verla porque «además de pasar un rato increíble, estaréis contribuyendo a que ese centro de Transplantes de Médula Ósea sea posible», eso fue exactamente lo que os dije.
Y hoy, 2 años y 6 meses después, y gracias a todos los que fuistéis a ver esta película, ¡el centro Maktub ya es una realidad!
La Fundación Aladina se puso en contacto conmigo hace unas semanas para invitarme a conocerlo y conocer también de primera mano toda la labor que hacen en el Hospital Niño Jesús.
Fue una experiencia dura, las palabras niño y enfermedad nunca deberían ir unidas, nadie debería pasar por algo así, pero ellos especialmente.
Pero no estoy aqui para poneros tristes sino todo lo contrario. Eso mismo fue lo que hicieron conmigo cuando fui allí, pasé del lloro a las risas en cuanto fui conociendo el proyecto, la positividad de la gente, las ganas de pasarlo bien de los niños y la alegría y el buen rollo del personal sanitario y de la Fundación. Allí se trabaja para que los niños, nunca pierdan su sonrisa, y por lo que pude ver, lo consiguen.
Esquinas redondeadas, habitaciones de colores, grandes ventanales, mucha luz, percepción lúdica… El Centro Maktub está creado para dotar al hospital de las mejores instalaciones y la más avanzada tecnología para la realización de transplantes de médula ósea. Pero además, este centro tiene la finalidad de minimizar en la medida de lo posible, la sensación de aislamiento que tienen los niños y hacerles la estancia más amable.
Las habitaciones son enormes y los niños pueden cambiar la luz y ponerla del color que quieran, siempre que quieran. Sólo puede estar con ellos dentro un familiar, asi que han habilitado una mesa con sillas, una nevera y un armario para cada familia en la galería acristalada que hay al otro lado de la habitación. Desde allí los niños pueden hablar con ellos mediante manos libres, para que la sensación de que están separados por un cristal sea menor.
El Centro es una pasada y es una gran satisfacción ver que las promesas se cumplen y que los proyectos en los que crees y con los que colaboras cumplen su palabra y además te hacen cómplice de sus logros, invitándote a conocer aquello en lo que un día creíste.
Además tuve la suerte de poder visitar la sala de juegos que tienen habilitada para hacer talleres, jugar a la consola, a las cartas, ver una peli, charlar… y ver así la actitud tan increiblemente positiva de todo el que pasaba por allí. Con un equipo de voluntariado totalmente volcado en los niños, que ven en ellos a sus mejores compañeros de juegos.
Mi próxima visita será para darles algún taller y pasar una tarde entre risas mientras washi tapeamos, hacemos scrapbook o montamos una fiesta. Me encantaría hacer un taller con ellos y enseñarles a hacer banderolas, pompones y guirnaldas que luego pasasen a decorar su sala de juegos o dieran un toque de fiesta a su habitación.
Como Ishtar Espejo, de la Fundación Aladina me dijo, «en esta experiencia, recibes mucho más de lo que das».
Asi que todo el mundo a ponerse una sonrisa en la boca, porque si ellos pueden hacerlo a pesar de todo, nosotros también.
Si el proyecto de la Fundación Aladina os gusta y os apetece colaborar con ellos de alguna manera, podéis poneros en contacto a través de su web. Cualquier ayuda, por pequeña que sea, siempre será bien bienvenida.
Enhorabuena a Paco Arango, Ishtar y todo el equipo… ¡habéis hecho un trabajo increible!
muy grande la iniciativa!! como bien dices la palabra enfermedad y niño nunca deberían ir unidas pero al menos ver que hay estos proyectos es una dosis de ánimo y positivismo para las familias afectadas.
Enhorabuena por compartir estas experiencias y por el blog!
Una iniciativa estupenda, me ha emocionado, ojala puedas poner una nota de color y alegría en esos niños con tus talleres.
Besos.
Bea Enhorabuena por tu implicación por contarlo tan bien y por todas las personas que lo han hecho posible!!! Besos
Hace unos meses volví a oir hablar sobre Maktub y me acordé de ese post que escribiste en Noviembre. La iniciativa llena de color para ayudar a todas esas familias en momentos tan difíciles. Como bien dices niños & enfermedad nunca deberían ir de la mano. Que tus talleres estén también allí me parecen una gran noticia. Besos y gracias por compartir.
Qué buena noticia, da gusto leer este tipo de noticias a pesar de la dureza del tema.
Es tal la emoción que tengo …hay gente y un gran equipo de profesionales que hacen posible muchas metas que no son imposibles,
ENHORABUENA!!
Genial! sin palabras! marivilloso! hacen falta mas preoyectos asi, nunca podemos dejar de creer…
Un beso para todos!
Me quito el sombrero..¡ole!
Todos los días paso a lado del Hospital y pienso: «los niños deberían tener prohibido enfermar».
Que exista el centro Maktub tal y como lo cuentas es perfecto.
Si necesitas ayuda para ese taller, cuenta conmigo. Buen día!
Conocí a Paco Arango el día del entierro del hijo del portero de casa. Estuve hablando con él un buen rato y me contó cosas de la fundación. Fuimos a ver Maktub toda la familia, compramos la película y la hemos vuelto a ver varias veces. Algún día iré a conocer el centro, proyectos como este son lo que te hacen creer en las buenas personas. Un beso.
El proyecto me parece muy interesante, pero ya que los conoces, podrías preguntarles dónde han reubicado a la unidad de atención temprana (niños con riesgo de exclusión social) del Hospital…creo que están confinados en un barracón.
Tenemos la suerte de conocer a Paco personalmente y saber que realmente detrás de estas grandes cosas hay grandes personas con corazones enormes y muy generosos. Ojalá estas actitudes y virtudes fueran enfermedades contagiosas porque este mundo sería muchísimo más bonito!
Has dejado tu granito de arena y esto vale un montón 🙂
Un abrazo
enhorabuena! es magnífico!
Puf, no sabes lo especial que es este post para mi…. Un sobrino mío acaba de pasar por un transplante de médula y aunque han sido unos meses muy duros ya estamos empezando a respirar… Desde que le diagnosticaron la enfermedad pensé en colaborar e intentar llevar una sonrisa a los niños enfermos a través de mis talleres. Con esa idea en la cabeza me entero, este martes, que una compañera del cole está pasando por lo mismo… Pasé un día horrible y hoy me encuentro con tu post y de repente me has echado agua fresca en la cara, me has dado un empujón, me has puesto las pilas. Como dicen los Mr. Wonderful (lo he visto hace unos y es otra señal): Y si dejas de desearlo y te pones a ello? Pues eso. Muchas gracias por este post!
Cuanto lo siento Kina. Mucho ánimo y vente conmigo si te apetece y lo organizamos juntas, así será más fácil. Espero que tu sobri y tu compañera se recuperen pronto. Un abrazo muy fuerte
Que bien leer este post! Junto con la Fundacion Aladina comenzamos hace unas semanas el proyecto SONRISAS, es genial tener la oportunidad de poder dibujarlas en sus caras!
Os dejo el link por su quereis echar un ojo
http://cerezasdetul.blogspot.com.es/p/sonrisas.html
Un besazo
Precioso post y precioso proyecto, enhorabuena!!!
Me alegro un montón lo q estan haciendo alli…el Niño Jesus, lo mucho que ha cambiado mi hospital de pequeña.saludos