¿Alguna vez habéis llorado delante de vuestros hijos o con ellos?
Hace unos días os contaba aqui lo bien que se había tomado Martina la llegada de Lola, y esta semana algunas cosas cambiaron.
Estaba impresionada por lo bien que había reaccionado y ahora sé que lo tenía todo guardado y ha explotado cuando ya no podía más.
Su relación con Lola sigue siendo igual, la adora, y quiere achucharla y darle besos a todas horas.
Pero conmigo está algo más resentida y enfadada. Y esta semana me lo hizo saber.
Ayer cuando se levantó, vino a nuestra habitación y vió que estaba dando de comer a Lola, su gesto directamente se torció. Fue a darle un beso a ella como siempre hace, pero no quiso saber nada de mi. Con cara enfadada, y sin decir ni media palabra se quedó sentada en la cama y yo la veía llena de rabia. Me costó sonsacarle lo que le pasaba (aunque lo sabía de sobra) pero finalmente me reconoció que estaba enfadada conmigo porque yo estaba con Lola. Y sabía que no se refería a ese preciso momento, sino a todos los momentos que llevaba viéndome con ella desde que nació. Ni tampoco al hecho de que estuviera con Lola, sino al hecho de que no estaba con ella.
Y esa misma mañana no quiso vestirse para ir al cole y rompió a llorar como nunca lo había hecho antes. Me dio tanta pena y me sentí tan culpable al verla así, que sin poder remediarlo me puse a llorar yo también. Supongo que el cansancio y las hormonas también ayudaron.
En ningún momento pensé si era bueno o malo que mi hija me viera llorar, sólo necesitaba hacerlo y compartirlo con ella. Y sin haberlo buscado, ella reaccionó y lo hizo de la mejor manera posible. Pasó de llorar enfadada y pataleando, a llorar abrazada a mi y a dejar de hacerlo poco después.
Y con su carita roja y ese «ceceo» que tanto la caracteriza me dijo «No llorez mamá», y entre lagrimones solté una carcajada y me la comí a besos.
Hay veces que las lágrimas expresan todo aquello que no consigues hacer con palabras.
Al ver a Martina tan bien con Lola, me confié y quizá descuidé sin darme cuenta, cosas que para ella eran importantes. Y de alguna manera, ese momento «lagrimón» nos reconcilió y el resto del día su actitud ya fue completamente diferente. Lo que más me gusta de ella, es su capacidad para asumir las cosas y pasar de un estado a otro, de enfadada a feliz, como si tal cosa.
Sé que estos momentos de celos son normales, que pasan y que todo vuelve a su cauce, pero no por ello duelen menos cuando te toca vivirlos y les ves sufrir.
Fue la primera vez que Martina me vió llorar pero no será la última. Aunque no fue nada premeditado, creo que es bueno que los niños nos vean expresar nuestros sentimientos de manera natural. Habrá quien piense que es un signo de debilidad, pero yo creo que sólo demuestra sensibilidad y no hay nada malo en ello.
Y vosotros, ¿habéis llorado alguna vez delante de vuestros hijos? ¿Y con ellos?
¡Feliz fin de semana!
¡¡Nostros vamos a disfrutarlo a tope con las pequeñas!!
Qué bonito, casi me pongo yo tambien a llorar. Yo no tengo hijos, pero creo que llorar delante de ellos o delante de cualquier persona no es malo, al contrario dejas fluir tus emociones, descargas, lo cual ya de por sí es fantástico.
Nos han educado para no llorar delante de nadie, pero yo eso no lo veo bien, Tal vez sea por que soy llorona por naturaleza.
Un beso, feliz finde
Ali
Llorar es algo natural y como tal deben verlo los niños. Yo he llorado varias veces con ellos, sobre todo con mi hija de 4 años por alguna discusión que hemos tenido y me ha sido imposible controlarme. Su reacción siempre ha sido abrazarme y las cosas se han arreglado de forma natural.
Bonito post!
Ayy que penita. Pensar que ha sido la única para sus papis durante mucho tiempo y ahora los tiene que compartir debe ser duro…
Mi opinión, mimadla mucho!!
Besits
Bea!!! Ya estoy lagrimeando otra vez com tus historias….será esa cosa de ser mamá.
SI, he llorado frente a Alan junto a él también.
Cuando era muy choquitín, como Lola pasamos bastante solitos él y yo, en este país nuevo para nosotros y con su papá lejos. También tuvo cólicos y entre cansada e inexperta aprendiendo a ser mamá en un lugar nuevo también lloré junto a él. Agotados los dos recuerdo cuando por primera vez lloré de frustración al no poder calmar sus cólicos. Alan era muy chiquito en ese entonces pero recuerdo esas duras noches de verano como si fueran hoy.
No creo que esté mal llorar frente a elllos, creo que es parte de la vida, al igual que reír y tantas otras emociones. Me parece que siempre y cuando haya armonía en general, algún lagrimón de vez en cuando no les va a dañar, al contrario pienso que también los ayuda a entender esas emociones que tu dices y que para ellos es imposible de expresas con palabras.
Un besote enorme a las tres,
….y un abrazo de oso especial a Martina, que me tiene el corazón robado!
🙂
Preciosa entrada y cargada de emoción…Martina es adorable y es todo mérito de sus padres por la ternura y el respeto que la transmitís…
Un besito a los 4 y feliz fin de semana
Jo Bea, se me saltan las lágrimas al leerte hoy. Tienes un tesoro de hija. Yo aún no tengo hijos, pero si que me has recordado lo mismo pero en sentido inverso. Recuerdo, y no hace muchos años, ver romper a llorar a mi madre de impotencia y tb acabé llorando con ella…son momentos en los que sobran las palabras.
Un abrazo y feliz viernes!
Muy cursi mi comentario pero se me ha saltado la lagrimilla leyendo tu post, me alegro de que Martina al final rompiera, porque así te ponía en aviso y si se lo hubiera guardado a lo mejor habría sido peor. De tu comportamiento yo creo que habria reaccionado igual, pues no se me está cayendo el moquillo ahora y con las hormonas a raya teniendo ya un pichón de 5 meses? que tengáis feliz finde de mamá-hija-hermana y vaaaale también papá!
Hola Bea. Me encanta tu entrada y no podía estar más de acuerdo con todo lo que dices, pienso y siento igual que tú en lo que compartes hoy aquí. Yo he llorado con mis hijos y delante de mis hijos, y a medida que han ido creciendo, esta naturalidad nos ha llevado a tener conversaciones abiertas acerca de la vida, los sentimientos, las emociones y sé que eso ha contribuido a que hoy día sean las personas que son. Estoy muy orgullosa de los dos y no cambiaría ninguno de estos momentos íntimos con ellos, unos con lágrimas y otros con risas. Que disfrutéis todos el fin de semana y gracias por tu relato.
Maaare meua… no lo has podido expresar mejor y más claro… q se me saltan a mi tb los lagrimones…
No soy mamá pero he llorado con mi madre y mi madre conmigo y creo q eso significa q hemos conseguido una relación profunda, sincera y de autentica confianza…
Un bsazo enorme!
Yo he llorado con mi madre y esas lágrimas unen. Siempre la he visto tan fuerte, tan perfecta… aun así, me gusta verla llorar sólo de emoción y alegría, supongo que te pasará a ti también con tus tesoros.
Martina es un encanto, no soy madre, pero creo que si algún día lo soy, el leer tu blog me va a ayudar mucho, al fin y al cabo todo lo haces de manera natural, sin forzarlo y creo que eso es lo más importante, y lo mejor de todo, actúas con el corazón. Feliz finde a la familia!
Yo lloré con Candela por primera vez cuando solo tenía 2 días, después de casi dos horas de berrinche no pude más y me rompí, me sentía tan torpe de no saber calmarla que lo único que se me ocurrió fue acompañarla en su llanto. Después de esa ocasión ha habido más, muuuchas más, soy de lágrima fácil , pero hasta hace unos meses ella no era consciente.
Ahora cuando me ha visto llorar, su reacción ha sido exactamente igual que la de Martina y entre sollozos me ha dado un abrazo pidiéndome que dejara de llorar. Es bueno que ellos vean que somos humanos, que nos equivocamos, nos reímos y lloramos como ellos, que todo lo que pasa por sus cabecitas es lo que pasa por las nuestras.
Yo me llevo dos años con mi hermana pequeña y, a pesar de que la adoro y siempre fue mi mejor compañera de juegos, de niña lo pasé fatal por culpa de los celos, es algo complicado de controlar cuando eres pequeña. Así que un achuchón bien fuerte a esa estupenda hermana mayor que es Martina.
¡Feliz fin de semana!
Me encanta como expresas Bea. Supongo que es normal todo eso que cuentas, pero creo que Martina se lo ha tomado como una personita mayor.
Yo no sé si lloraré delante de Bruna, pero lo que sí sé, es que mi madre lo ha hecho alguna vez delante mío, y eso me ha unido más a ella. Así que delante de la niña, si lo tengo que hacer, lo haré. Un abrazo
Pero qué bien que cuentas las cosas, Bea!!!. Qué sensibilidad, …no me extraña que Martina sea así de estupenda.
Me acabas de matar, me acabas de abrir los ojos. Yo soy muy llorona, pero siempre he procurado no llorar delante de mi hija y te aseguro que ha habido momentos en los que me hubiera venido de cine. Con tu breve relato me has hecho ver algo tan sencillo y es que no somos supermamis y que tenemos derecho a derrumbarnos también delante de nuestros niños, porque con eso simplemente les estamos transmitiendo que ellos también lo pueden hacer.
Te aseguro que nos has hecho sentir el abrazo de Martina, como si nos lo hubiera dado a nosotras, y por lo tanto también nos ha consolado, porque estabamos todas llorando al leer tu entrada de hoy.
Sois maravillosas.
Por cierto, uno de mis planes para este finde es hacer tus galletitas de avena. Un besazo.
la primera vez que mi hija fue consciente de que yo lloraba fue viendo la película «Enredados», tenia entonces 3 años y no entendia nada, me abrazo y consoló y yo reía y lloraba ante esa situación tan tierna. Antes habia llorado ya, pero ella era muy pequeña y no se enteraba, por supuesto madre primeriza en algún momento impotente llora con hija bebé que llora y no tienes ni idea de por qué. A mi me parece sanísimo llorar y tengo la lágrima muy fácil, es muy difícil que no tenga pelusa, compartir a tu mamá es lo peor, a mi aun me pasa y tengo 40 ;), lo que pasa que tengo que disimular… arg!
Yo viví esta misma situación con mi hijo Jaime, cuando llegó su hermana, después de 4 años de reinado en solitario. Hubo un cambio en su caracter con respecto a nosotros, pero poco a poco todo se estabilizó, yo me sentía fatal al ver su carita, me daba la sensación que sus ojos no tenían la alegría de antes, pero poco a poco se acostumbró a compartir su espacio con su hermana y los recuerdo jugando a los bebes, Elvira (que ahora tiene 8 años) siempre era la mamá y Jaime siempre era su bebé, ahora no pueden vivir el uno sin la otra y aunque hay riñas y discusiones como todaos las hemos tenido con nuestros hermanos es un amor verlos quererse.
Un beso, yo a mis hijos siempre les digo que si tienen ganas de llorar lo mejor es hacerlo, por la paz que encuentras después y sí, he llorado con ellos, delante de ellos, por ellos y espero que nunca dejen de llorar por el miedo a llorar.
Aunque no soy madre, me ha emocionado tu post de hoy.
Creo que lo mejor es ser naturales delante de los hijos, al fin y al cabo las lágrimas son una expresión de los sentimientos/emociones.y es bonito poder compartir esas emociones con las personas a las que queremos. Hace un tiempo escribí un post precisamente sobre lo difícil que se nos hace a algunos llorar en compañía: http://aroundminetta.blogspot.com.es/2012/02/de-lagrimas.html
Estoy segura de que Martina aun te quiere más si cabe por haber compartido ese momento las dos juntas.
Un abrazo y buen finde! Alex.
Aunque ya te leo desde hace tiempo, es hoy cuando me decido a decirte cómo te entiendo. Mis niñas se llevan dos años y medio. Cuando la pequeña no tenía un mes y después de un día agotador fuera de casa, terminamos llorando las tres…y sólo cuando me vio llorar a mí, se relajó la mayor y me dejó acostarla tranquila. Hace mucho que mi madre subió al cielo, pero daría lo que fuera por haber podido reir y LLORAR con ella mucho más tiempo.
Muchos besinos. Que sigas riendo y llorando con tus nenas toda la vida.
Madre mia Bea, estoy llorando que no puedo parar!!
Martina es una niña divina de verdad, hace como dos semanas me paso una situacion similar con mi niña, tenia un muy mal dia, una muy mala semana y me sentia super triste, y Lorena no ayudo mucho uno de esos dias, a todo decia que no que no, mi mundo se vino abajo pensando que todo lo que hacia lo hacia mal, y no pude mas y me puse a llorar y llorar delante de ella, y me dijo lo mismo.. Mami no llores pol favol, se levanto y se empezo a vestir solita, tiene dos años y medio.
No me arrepiento de nada, porque yo estoy segura que si eres una persona sensible y muestras lo que sientes eres mas franca y cercana, cada uno es como es, pero los sentimientos son algo super importante y a medida que se hable en casa y que se vea natural nuestros estados de animo la vida es mas placentera!!
Me fascina tu blog,, un abrazo grande para las tres… lo redactas de tal forma que haces sentir que estabamos ahi mirando por una ventinita.
Feliz fin de semana.
Llorar es sano,
A mi me pasó lo mismo cuando nació mi pequeña O. La princesita de dos años I éstaba contenta, pero algo cambió en su sonrisa.
Se adoran, pero hay momentos que (de forma natural) son tensos…
Yo me sentía fatal por no estar 100% con I, pero si lo haces de manera natural todo pasa y todo llega.
Ahora cada día que las veo juntas soy más feliz y deseo estar con ellas y disfrutar de cada minuto a su lado.
Tener una hermana es un premio, y esto y plenamente convencida de que ellas sabrán que son super afortunadas.
Me encanta tu blog y disfruto muchísimo con él.
Gracias por compartirlo con nosotras
Bea los celos ya sabes que es algo totalmente normal y que eso pasará, y en cuanto a que te vean llorar yo creo que es sano y natural. Saioa a mi me ha visto llorar por otro motivo, y hacía lo mismo, me cogía la cara con sus minimanos y decía eso que dice Martina «mamá no llorez» es para comérselas, además se te pasa todo.
Muchos besos para los 5 (Kenya incluída)
Jejejej, tienes a todas llorando Bea! No te da na??? 😉 Si es que tu pequeña rubiales es única…
sí!! llorar forma parte de nuestro repertorio de expresiones y sentimientos y es tan válido como reir : )
Me parece que compartisteis un momento único y maravilloso de unión y complicidad, qué bonito Bea!! Muchos besos a Martina y a tí!!!
Ufff, antes de ayer mismo me puse a llorar delante de Alejandro…y el pobre me acariciaba el pelo y decía lo mismo : no llores,mamita….
En esoso momentos, son ellos los que te dan toda la fuerza del mundo.
Mi pequeño no había cumplido la cuarentena cuando mi padre falleció de forma inesperada.
Todo el mundo me decía que él notaba perfectamente mi estado de ánimo y que incluso se me podría cortar la lactancia. Y yo estaba como en un sueño, porque no podía comprender nada de lo sucedido, recuerdo cómo lloraba mientras tenía a mi pequeño en el pecho, pero me mentalicé y lloraba de dolor mezclado con cariño por la ausencia….no sé cómo explicarlo.
He llorado con mi niño en brazos y aún suelto alguna lagrimilla cuando lo veo y pienso que su abuelo no puede disfrutar de él…
un abrazo
Que monas por favor me he emocionado con este post!
admiro tu paciencia! y lo bien que entiendes a Martina, yo cada vez tengo menos…! JJJ
Me ha encantado…. porque yo he tenido la misma experiencia, bueno no con otro bebé, pero cosa en la vida que me han superado. Y que Lucas me dijese… «mamá, no llora…..» me hizo cambiar muchas cosas, o que le dijese a mi madre «mamá llora…» pensé podbrecito se esta preocupando por mí cuando se supone que el que llora es él… bueno experiencias que van formando parte de nuestra vida imagino
Es normal que los niños algunas veces se sientan así, aunque quieran a sus hermanos , el algunas situaciones no saben como expresar ese sentimiento de querernos para ellos solos y la atención completa, mi hija mayor tiene a veces pelusilla como digo yo pero nos abrazamos fuerte todos y le cambia la cara, llorar es bueno yo soy muy llorona y a mi me ven llorar de pena o de alegría y emoción y se los explico, es que mama esta hoy muy tontona…….y ellos lo ven natural y aprenden que también se llora de alegría.hoy me has emocionado y he vuelto a llorar ……. No tengo remedio.
Pues claro que he llorado, de alegría, de pena, de emoción y muchas veces además. Yo creo que es algo normal y así hay que tomárselo. Ay esa época de los celillos, qué mal lo pasamos todos. Feliz fin de semana. Besos.
Te entiendo perfectamente. Sofía ya tiene 10 meses y hemos pasado por etapas similares. Al principio, Rubén estaba como enfadado conmigo por no prestarle la atención de siempre. Dar el pecho es lo mejor del mundo pero te limita mucho en cuanto a que estás todo el día con el bebé pegadito a ti y eso para un niño de 2 años no es excusa. Se pasó los tres primeros meses con una papitis aguda y pasando de mí una barbaridad. Su relación con Sofía, depende del día. O la quiere muchísimo o la paga con ella si le reñimos por algo que no ha hecho bien.
Ahora tras 10 meses y después de dejar la lactancia materna, Rubén no se separa de mi, ni a sol ni a sombra. De nuevo me reclama para casi todo y el «enfado» pasó. Supongo que son fases que hay que ir superando aunque a veces no son nada fáciles de llevar y las lágrimas surgen, sí o sí ¡Ánimo, Bea! Nosotras podemos 😉
Que bonita entrada!!! Mis hijos me han visto llorar, y no pasada nada, al contrario, creo que es bueno que ellos sepan y reconozcan las emociones a través de nosotros también, así aprendren a querer, los niños se centran mucho en el ‘yo’, perqué desde muy pequeños se los proteje, tal y como tiene que ser, pero poquito a poco van aprendiendo que ellos también pueden protejernos, ayudarnos, y así se haran más persona. Ánimo, yo vivo sola con mis dos hijos y durante estos últimos años he llorado mucho delante de ellos. Creo que esto les hace fuertes y también mejores personas. Yo muchas veces, cuando no tengo fuerzas, de alguna manera también les pido que me protejan, necesito también de su queres, su amor, y esto es compartir, de yo a ti y de ti a mi.
Besos, guapa, y feliz dia de la mujer. Tu puedes con todo!
Bea,
yo he llorado en frente de mi hija, creo que esta bien diferenciar que tipo de llanto hay que mostrar.
yo creo que esta bien que vean que somos capaces de sentir, y de expresar todos nuestros sentimientos.
Yo tuve una madre que lloro demasiado enfrente mío, como hija puedo decir que lo único que provoco en mi ,es preocupación y me araste de mi infancia a la vida de los adultos.
creo que es bueno llorar, pero también creo que es bueno proteger a los hijos de nuestras miserias.
un beso grande.
Si es que Martina también es chiquitita, esta creciendo muy rápido pero sigue siendo una nenita que necesita a su mama. Pero lo normal es eso, que te necesite, que sienta celetes aunque adore a su hermana. Hasta ahora era hija única, todas las atenciones de mama eran para ella, con un bebe de días o meses eso cambia.
A mi me parece una señal de madurez su reacción, ha aguantado porque sabía que era lo que debía hacer hasta que no ha podido más, y es como su hubieseis aclarado las cosas, pero no podrá evitar sentirte sola alguna que otra vez más, y eso es cosa vuestra evitarlo en la medida de lo posible.
Yo soy partidaria de llorar delante de los niños, no me gusta la dureza mal entendida, y si me hago daño lloro delante de mi hija o si me emociono. Quizás porque solemos hacer lo contrario a lo que hemos vivido, mi madre nunca a querido que la viese llorar, a pesar de que yo me quede huérfana muy muy pronto. Ella ha querido que yo fuese una persona fuerte, y lo soy aparentemente, aunque quizás era lo que yo requería puesto que soy hipersensible, pero yo quiero que mi hija sea fuerte de verdad y llorar o no llorar es algo accesorio, no algo que nos vaya a definir como personas. . Mostrar los sentimientos es bueno, para nuestros hijos siempre vamos a ser Superwoman o Superman, el llorar delante de ellos también despierta su lado más altruista, les hace ir a darnos mimos, el «no llores mama» con voz quejosa, están practicado la empatía.
Y para finalizar, llorar es tan liberador a veces, que soy partidaria de llorar, aunque que duda cabe que me gusta más reír y es lo que hago durante la mayor parte de mi vida, jejeje…
Muchos animo guapa y no estás sola, hay muchas mamas con las mismas dudas, con los mismos sentimientos. Con los hijos me he dado cuenta que actúas más que piensas, el mundo ideal no existe hasta que lo creas en ese precioso instante en el que tienes que hacer lo que estás haciendo.
Besitos a las tres
Ay pero que bonito…Tu manera de expresarte y de contar abiertamente lo que te pasa es muy dulce, estoy enternecida, de veras. Seguro que tu experiencia me servirá en el futuro.
Me encanta tu blog y las cositas tan monas que pones.
Te mando un beso fuerte
Yo he llorando montones de veces delante de mis hijos. Y sigo haciéndolo. Lo reconozco, soy muy, muy llorona y muchas veces procuro evitarlo, pero casi siempre soy incapaz y cuando me quiero dar cuenta mis lágrimas ya han asomado.
Yo no creo que sea nada malo, al contrario. Es enseñarle a los hijos que es natural demonstrar sentimientos, que no pasa nada por llorar, que los padres y las madres también nos enfadamos, nos ponemos tristes… igual que ellos.
Y lloro por todo, eh. Muchas veces de tristeza, otras veces cuando me enfado con alguno de ellos, otras veces (muchas) de pura alegría. Y cuando vemos una peli y hay una escena emocionante… enseguida miran para mi a ver si estoy llorando! Cómo me conocen, jajaja
Cómo me ha gustado este post… Yo recuerdo de pequeña haber visto llorar a mi madre, y creo que compartir esos momentos (de intimidad, a fin de cuentas) unen incluso más. Mi bebé tiene tres meses y en algún momento de bajón he llorado también delante de él (he incluso con él), y extrañamente me he sentido aliviada. Compartir siempre libera.
Quería también darte las gracias porque a través de tu blog he conocido la Guia Mammaproof y creo que es la mejor guía para niños que he leído nunca (hoy precisamente hablo de ella en el blog).
Un beso a toda la family!
Si! Al principio me plantee si era bueno o no debía hacerlo, pero es algo natural y puntual que creo que nos une más.
Yo lo hago ahora con mi hijo Javi porque padece una enfermedad poco frecuente que nos hace sufrir mucho y en ocasiones es una terapia para mi abrazarle y llorar aunque el no se de cuenta aún ( supongo que cuando pase el tiempo, tendré que dejar de hacerlo).
Bea, además tienes la generosidad de compartirlo y expresarlo tan bien…
Martina seguro que es una niña sensible y poco a poco aceptara la situación de lo más normal.
Un abrazo!
Montse
Mira que yo voy sobrada de instinto maternal… pero veo tu post y se me dispara!!!! ejejeje es precioso todo lo que cuentas y aunque este post es algo más «triste» pero sigue siendo emocionante y transmite todo lo que pretende transmitir. Desde luego… Martina es fantástica!!!!!!!! Fan absoluta soy ya!! jejeej
Que disfruteis mucho de todos los momentos, tanto los de risas como los de llanto conjunto!!
Un beso 🙂
una vez, en un momento difícil empecé a llorar desconsoladamente. tumbado en el suelo boca arriba, el pequeño Nanook se subió encima de mi tripa y no dejó que nadie se acercara porque su papá lloraba. era como si lo hubiera visto más veces y dijera: dejadle que él y yo sabemos cómo tratar esto.
Joooo… me has hecho llorar… pienso a menudo en cómo será cuando tengamos otro hijo y en cómo afectará a la vida de mi pequeña Alicia. No podemos protegerles de todo y menos de esto, pero debe ser duro verles sufrir, son tan pequeños y es tan difícil explicarles ciertas cosas… Yo estoy contigo, llorar es natural, sano y, a veces, une a las personas. Yo me enamoré de mi marido porque es un hombre que sabe llorar delante de mí, se emociona y no le da miedo expresarlo. Y yo soy la más llorica del mundo, ja, ja… Ya ves, cada oveja con su pareja…
En fin, aún no te había comentado para darte la enhorabuena, tienes unas hijas preciosas. Que sigáis así de bien muuuucho tiempo.
Besos!
Pat.
Igualmente feliz fin de semana, y no llores más, que ya llueve bastante. Besos a las niñas.
Pues a mi me has hecho llorar…Y si, yo si he llorado delante de mi hija y le he explicado por qué y también que no es malo llorar. Que las personas hay veces que lo necesitamos, como necesitamos reir…
Y te sorprende, como ha hecho Martina, cómo lo asimilan ellos….Ven que mamá no que también llora….como ella. Y va a consolarte como lo haces tú con ella…y se siente importante al poder hacerlo…
Es impresionante lo que nos enseñan nuestros hijos…yo diría que más que nosotros a ellos
Pues esta misma semana me pegué una llorera tremenda delante de mi hija por un problema en el trabajo. Se lo contaba a mi marido a solas y llegó ella. Pensé en parar pero necesitaba desahogarme asi que continué contando y acabé llorando. Ella me miraba con pena y me abrazaba, me daba besos. Yo le explicaba que necesitaba llorar para sentirme mejor, que llorar es bueno. Yo creo que es importante mostrar nuestros sentimientos delante de ellos, eso no es mostrar debilidad sino humanidad. Enhorabuena por las dos preciosidades que tienes. Un beso
Holaaaaaa, He leído tu entrada esta mañana y llevó todo el día dándole vueltas y creo que tus dos hijas pueden estar orgullosas de la mami que tienen, eres la mejor
Bea ánimo!!! Llorar es tan válido como expresar otras sensaciones, y pienso que si lo haces delante de tus hijas ellas confiarán en tu y llorarán cuando lo necesiten delante tuya porque lo verán como algo natural. Yo he llorado delante de mi hijo Y le explico como me siento, así pienso que el lo hará cuando lo necesite.besos..
Yo también he llorado (y mucho, la verdad) delante de mi hija, sobre todo durante su primer año de vida. Lo que no he hecho hasta ahora es llorar «con» ella. Tampoco recuerdo haber llorado con mi madre y es una pena porque creo que las lágrimas nos aportan humanidad y gracias a ellas podemos acercarnos a la gente que queremos por caminos más tiernos.
Un post muy bonito, que me ha tocado especialmente, quizás porque mi hija también se llama Martina ; )
Un beso, guapa, gracias por compartir momentos tan especiales
Yo te animo a que llores con tu hija.
Mi madre fue un muro de piedra siempre conmigo, por eso adoro estos blogs en parte , por que a pesar de que no tengo hijos quiero que cuando los tenga (que aun me quedan muchos años) sepa enseñarle a vivir , equivocandome por supuesto, pero que se puedan agarrar a mi cuando se caigan…Cosa que yo nunca hice ni haré con mi madre…
OLE, OLE Y OLE POR MAMÁS COMO TÚ.
Es cosa de leer sobre Lola y Martina y ponerse a llorar. También mimen mucho a la tercera hija, a la Kenya.
Besos para todas, las amamos desde México.
Hola Bea, sabés que yo tengo una hija de 3 años y me ha pasado, sobretodo en la etapa de su añito y sus 2, que mis fuerzas se aflojaban y mis lágrimas aparecían delante de ella y siempre, pero siempre sus brazos me abrazaban diciéndome que no llorara y me acariciaba muy dulcemente y, si ella estaba llorando, me pasaba lo que a tí automáticamente del llanto al consuelo.
Hace poco una mamá del jardín me contó que cuándo tuvo a su segunda hija, en el momento de amamantar le daba un librito a la mayor y la ponía bien juntito a ella, a veces abrazándola y, de esa forma, compartían juntas ese momento tan íntimo con su nueva hija/hermana. De esta forma la mayor no se sentía desplazada sino compartiendo con su hermana a su mamá.
Beso
Lo del libro… me parece una buenísima idea. Gracias por compartir. Aunque no hay mucho que se pueda hacer al respecto, es importante hacer el máximo esfuerzo porque estos primeros añitos marcan la personalidad del niño/a. No se vive lo mismo siendo el mayor que siendo el pequeño, por desgracia, y hay que intentar llevar una balanza. Pero qué difícil.
Beeeeea, preciosa!!!… Yo he llorado muchas veces junto a mi hija. He compartido con ella, como en la película, muchas sonrisas y risas… Y muchas lágrimas, y te puedo asegurar que tanto nos ha unido lo uno como lo otro. Las dos, Sarah y yo, somos absolutamente «transparentes» y, además, nos sentimos muy orgullosas de serlo porque entendemos que la mejor manera que tenemos de mostrarnos a los demás es así: como un libro abierto y, por eso, si estamos alegres reímos, si estamos tristes lloramos, si estamos molestas lo decimos, si nos preocupa algo, preguntamos… Y siempre siempre siempre nos recordamos MUTUAMENTE cuánto-cuantísimo nos queremos.
Los celos son naturales y es necesario que los expresen y que encuentren comprensión cuando así nos lo explican: a quién le gusta sentirse relegado a un segundo lugar? Tú sabes que es una «realidad subjetiva», pero ella no lo vive así, y eso es lo que importa.
Mi hija, con doce años, una mañana de domingo me dijo, abiertamente, «mamá, tengo celos de Claudia». Claudia era una amiga suya que habitualmente venía a casa. Yo entendía que si era nuestra invitada la tenía que tratar, al menos, igual que a mi hija y, parece ser que lo hacía, incluso, mejor, o así lo interpretaba Sarah, que sufría, porque se sentía desplazada a un segundo término: lo hablamos, LLORAMOS LA DOS… Y lo corregí.
Somos tan vulnerables… A todas la edades!!!!
Un abrazo fuerte Bea, porque, «aunque llores», sigues siendo mi «súper-heroína», ya lo sabes.
Te entiendo perfectamente! Mi pequeño tiene ahora 9 meses y hemos pasado por muchas etapas con mi hija mayor, y dia a dia vamos superando nuevos retos!
Y, si, mi hija me ha visto llorar varias veces, en estos 9 meses. Y me parece genial que mi hija vea que mama también llora, tambien necesita desahogarse. Es super sano! ;))
Muchos besos y muchos animos!!
Por cierto, me encanta la foto de mama canguro de Instagram, mis hijos han sido los dos canguritos, bueno, mejor dicho siguen siéndolo. Mi hija mayor ya muy poquito, pero a mi pequeño le sigo porteando casi a diario. Para mi el porteo junto a la lactancia me brindan unos momentos unicos e inolvidables con mis pequeños!!
Hola, te sigo desde hace tiempo pero no habia comentado antes, pero hoy me has hecho llorar con tu entrada. Mi nene tiene año y medio y si, he llorado delante de él, por golpes que él se ha dado que me han dolido tanto como a él, por golpes que yo me he dado y por momentos de impotencia ante algún hecho. Creo que es bueno y notar el apoyo que te dan en estos momentos es increible. Sigue asi que eres una mami genial.
Yo sí he llorado delante de mi hija. Fue más o menos cundo tenía dos años y medio y un día, tarde, tarde, no había forma de querer ir a dormir. Por aquellos días yo estaba llegando muy tarde del trabajo y nos veíamos apenas una media hora por la mañana y pocos minutos por la noche (ella me esperaba casi siempre). Aquél día decidió que no quería irse a dormir (yo en aquél momento no lo vi, pero ella me necesitaba). Lloraba y pataleaba hasta que me rendí y no pude más. Me senté en el suelo junto a ella y me eché a llorar desconsolada. Su reacción fue idéntica a la que tu cuentas: automáticamente me cogió la cara con sus manitas y me dijo: «Mami, no quiero que estés triste nunca». Y lloramos juntas las dos un buen rato más, hasta que muy cansadas las dos, nos dormimos en mi cama.
Yo he llorado ahora, contigo…con vosotras….
Yo estoy en una situacion parecida…un niño de 4 años, muy especial…y una bebita de 9 meses…. ambos se adoran pero él está muy desobediente y receloso, pero claro…los niños no lloran o al menos no así, como Martina….
Me ha parecido super dulce y super necesario….
os felciito!
ojala yo llorara así con él y lo entendiera….. los dos son mi vida!
Las relaciones madre-hija son siempre sorprendnetes. Yo no tengo hijos, pero sí una hermana, así que entiendo muy bien las relaciones hermana-hermana. La mía me retorcía el brazo cuando yo era un bebé en la cuna, pero esos celos naturales acabaron transformándose en una relación fraternal y de amistad preciosa.
Y me ha encantado la frase «Tears are the words the heart can’t express». Yo que he llorado más de lo habitual estos días, me he sentido muy identificada!
Martina tiene mucha suerte! Bea tiene mucha suerte! Lola tiene mucha suerte! Esas lágrimas volverán a uñiría, unas veces en la tristeza y otras en la alegría. Lo estas haciendo muy bien. Un beso a las tres
Qué post tan bonito. Al leerlo me ha venido a la mente el primer mes de Antonio cuando nació su hermano Jaime. Lo pasó fatal y yo con él. Me sentía impotente al verle así y le quería hacer entender que la personita que acababa de llegar iba a ser su compañero más fiel para el resto de su vida. Ahora está feliz con él, comparten juegos y risas y me encanta verles juntos.
Un beso muy fuerte y mucho ánimo!!!
Precioso post Bea, estoy totalmente de acuerdo contigo, no es un signo de debilidad. Creo que tenemos que estar cerca de nuestros hijos y comunicarnos y que igual que reímos otras veces podemos llorar y no pasa nada, lo importante es comunicarse con confianza y sentirse unidos.
Ay Bea, he llorado también con tu post, con mi niña he llorado un montón, mis hormonas se volvieron locas cuando nació lagordita, y después de 12 meses mi desajuste sigue ahi…. o sea que lloro por todo…. tu post es precioso, yo también pienso constantemente qué haré cuando minena tenga un hermanito y tenga que querer a dos….
Me encanta tu blog, es todo precioso, las fotos preciosas, tu nena preciosa, tus textos preciosos….
Este post es precioso Bea, como llorona empedernida que soy, mis hijas me han visto llorar y hemos llorado juntas en más de una ocasión, pero por poco tiempo, pues como te pasó con Martina, en cuanto nos ven tristes se llenan de fuerza y nos consuelan como nadie… Es una maravillosa experiencia, muy recomendable!
Un beso fuerte!
Tu post Beatriz me dio coraje para escribirte, si hay una cualidad para otorgarle es la belleza misma, son los sentimientos de nosotras las mamás puestas en palabras. Yo no tengo hijas, pero si niños, uno muy pequeño y otro adolescente, al principio fue difícil agrupar edades tan diferentes , pero verlos como juegan hoy te aseguro que llenan de alegría y luz mis momentos tristes, poder verlos crecer es el consuelo a todas las lágrimas que las mamás podemos derramar.
Paciencia y aunque a veces duela llorar también nos ayuda.
Hoy he descubierto este blog casi por casualidad, aunque la verdad es que puede que en todo haya una razón…. estoy viviendo el momento que describes, me ha venido genial leerte. Que ternura….
Que tierno tu post. Me parece super bonito.
Este fin de semana he estado con una amiga que esta en la misma situación que tú, y me explicaba lo mismo que tu nos cuentas. Estaba preocupada porque la relación con su hijo mayor estaba cambiando.
Ha de ser duro.
Otra amiga que ya ha pasado por esto, le dijo que solo hace falta paciencia y amor, mucho amor.
Y que poco a poco, todo vuelve a encajar.
Ánimo!!!
No tengo hijos, pero me ha ENCANTADO la entrada. De verdad, me ha parecido preciosa y creo, desde la más absoluta inexperiencia, que los niños tienen que ver como normales este tipo de reacciones humanas, porque al fin y al cabo, lo son, normales y humanas. Si no, posiblemente cuando ellos las tengan, pensarán ¿y por qué me pasa esto a mí? Cuando en realidad, es lo más habitual del mundo. Mi humilde opinión 🙂
Un besito
Hola Beatriz. Me dijo tu primo Nacho que me iba a gustar mucho tu blog y la verdad es que ME ENCANTA. Que eres una artista no cabe duda alguna, pero además tienes una sensibilidad al escribir que me tiene enganchada hace un buen rato al ordenador.
Enhorabuena por esto tan bonito que haces y por la familia que tienes. Este post es realmente maravilloso, me he emocionado al leerlo. Que todas las lágrimas acaben siempre en carcajadas 🙂 Un abrazo.
Cuanto me alegro Cris!!! Y bienvenida! jaja Un besote
Que bien me vino leerte. Estoy embarazada de 3 meses, y mi hija mayor tiene seis años…tendrá ya siete cuando nazca el bebe…y no dejo de preguntarme como reaccionara ante la llegada del hito/a..después de tantos años
Siendo la reina de la casa….gracias por compartir tu experiencia, me ayuda a pensar que sólo hay que permitirles y permitirnos expresar todo de manera natural.
Un saludo, desde Argentina
Que bonito post Bea, ya sé que es de hace tiempo pero yo no lo había leído y mira que te sigo desde hace mucho porque me tienes totalmente enganchada 🙂 Escribes muy bien, tienes una sensibilidad que me encanta y una familia preciosa.
Un abrazo.