«La próxima generación no conservará lo que nosotros valoramos, a menos que ahora lo disfruten de alguna manera»
Mihaly Csikszentmihaly
Estos días en casa andamos atareados escribiendo cartas. Es el nuevo «hobby» de Martina y está totalmente volcada y sobre todo muy ilusionada.
No es algo nuevo que me gusten las cartas a mano, ya os hablé de ello en este post de buzones DIY del 2011, y parece que ese momento ha llegado…
Todo comenzó hace mucho tiempo, la primera vez que abrí un día el buzón y «voilà» había una carta para ella. Era de mi hermano y mi cuñada Michella que la escribían desde California para felicitarle por su cumpleaños, y le hizo una ilusión enorme, no sólo porque había algo para ella, sino porque además ¡ya podía leerla!
A partir de entonces, casi a diario me pedía que abriera el buzón para ver si había algo. Y yo le comentaba que tristemente ya no era muy normal encontrarse cartas en el buzón, porque casi nadie las enviaba.
Así que empecé a enviarles postales cada vez que me iba de viaje, y aún lo sigo haciendo, para que al menos, de mis viajes, tengan una nueva ilusión en el buzón. Muchas veces llego yo antes que la postal, pero el caso es que un día cuando abra el buzón, haya algo para ellas. Además de para que las guarden como recuerdo, al igual que las muchas que nos llegaban de mi padre y sus viajes, y que aún conservo.
Tengo exactamente unas 3 cajas llenas de cartas, postales, agendas llenas de historias del colegio e incluso muchas de las notitas que me escribía con mis amigas en clase. Y esas cajas, por mucho que diga «la Kondo» son uno de mis mayores tesoros. Da igual que sólo las abra una vez al año, o dos o puede que ninguna, el hecho es que cuando te sientas al leerlas, te teletransportan al momento en que las recibiste, y es una manera increíble de viajar en el tiempo.
El otro día me reía con mis amigas y les decía que teníamos que quedar sólo para leer las notitas y las agendas y rememorar viejos tiempos, porque lo que había allí escrito, no tenía precio. Como anécdota os cuento que encontré una carta que me escribió una de ellas el día de mi 18 cumpleaños. Me contaba lo emocionada que estaba por la celebración del cumple de esa noche y entre otras muchas cosas, contaba dos que hicieron que nos partieramos de risa.
Por aquel entonces era nuestro primer año de Universidad y me contaba que había «fichado» a alguno que otro compañero de clase pero que tenía claro que no iba a conocer allí al hombre de su vida… y cosas del destino, muuchos años más tarde acabó casada con uno de ellos.
Pero lo mejor fue el final de la carta, «Bueno te dejo que estoy en una clase y no me entero de mucho, «software» «microprocesadores», «bits» lo que más me suena es lo de «Internet» y todavía no sé usarlo… La carcajada fue sonora… Una historia que se llamaba Internet… Y mirad donde estamos ahora…
Pero volviendo a Martina, viendo la ilusión que le hacía lo de recibir cartas, empecé a pensar que sería genial que empezara a escribir a gente que viviera fuera, e ir situando en el mapa de donde le iban llegando las cartas, y de esa manera hacer todavía más enriquecedora la experiencia.
Empecé escribiendo a uno de mis amigos de Chicago que vive en Hong Kong y que tiene una niña de la edad de Martina para ver si le apetecía que nuestras hijas se escribieran y se conocieran y le pareció una idea genial. Así que unas semanas después de escribirnos nosotros, a Martina le llegó una carta nada más y nada menos que de China, escrita en inglés eso sí, con una foto y un dibujo. Y estaba emocionada…
Enseguida se puso ella manos a la obra a escribir la suya y el proceso fue lo que más disfrutó.
Algunas las escribe en inglés, otras en español, les pone sus pegatinas, sus dibujos, prepara el sobre y luego vamos a correos a por el sello y a echarla al buzón. Ahora ya nos vamos equipando mejor y tenemos hasta los sellos en casa, para que sólo tengamos que bajar al buzón de la esquina a echar la carta.
Y después de todo el trabajo que hay detrás de cada carta, sólo queda esperar que la reciba la otra persona y sobre todo… abrir un día el buzón y encontrarnos con una nueva carta. Como los niños la noción del tiempo todavía no la llevan muy bien, al día siguiente de echar una carta siempre me pregunta si ya le habrá llegado o me pide abrir el buzón para ver si hay algo para ella. Me alegra ver esa ilusión por algo tan de toda la vida.
Yo soy una romántica y también una nostálgica, y me da mucha pena que haya ciertas cosas que se pierdan con el paso del tiempo y con la llegada de las nuevas tecnologías. No es que pretenda vivir anclada en el pasado, es que creo que hay cosas que no deberían perderse nunca por mucho que los avances nos lo pongan cada vez más fácil. Que escribir un email es más fácil y más rápido no hay ninguna duda, pero que recibir una carta manuscrita, con su sobre y su sello, hace mucha más ilusión, ¡dónde va a parar!
Hemos tenido la suerte de vivir en una generación donde se hacían éstas y otras muchas cosas (como revelar fotos en analógico), y yo al menos, quiero que Martina y Lola crezcan sabiendo y disfrutando con este tipo de actividades, que antes formaban parte de nuestro día a día y que ahora apenas se practican.
El hecho de que se paren a escribir con lápiz y papel, que se preocupen por hacerlo bien y bonito, que entiendan cómo funciona el correo y sean ellos los que sigan el proceso, (la carta, el sello, Correos, el cartero…), que vayan situando ciudades y países en el mapa… y que además lo hagan todo de una manera natural, ilusionados, sin ser conscientes de todo lo que están aprendiendo, me parece que tiene un valor increíble.
Así que, ojalá que no pierdan esa ilusión con sello y remite y sigan cada día corriendo al buzón a mirar…
Yo no me acordaba de la ilusión que hacía recibir cartas hasta que un día al abrir el buzón con Leo había una carta para él y cuándo leyó su nombre se puso súper contento, la carta era del banco, ya me dirás que contenido más interesante pero a él la ilusión le vino por recibir algo para él, daba igual el contenido así que empecé a enviarle cartas a mi sobrina y ella las devuelve y claro les encanta!!
Lo de enviar cartas por el mundo me parece una idea fantástica, de hecho estas Navidades me enviaron un libro que tengo pendiente para leer y me apetece un montón y va precisamente de eso, de un niño que va escribiendo cartas a todos los paises del mundo (sin conocer a los destinatarios) y muchos de ellos le responden
Precisamente hablaba de eso hace poco en el blog, que hay cosas que han cambiado y no para bien, simplemente han cambiado. En nuestra casa, las cosas que nos gustan, nos gustan para siempre, y dentro de estas entran muchas que se están perdiendo por comodidad o por lo que sea. Vamos muy rápido y apenas saboreamos las cosas de la vida, sé que me pongo muy rancia y muy vintage, pero escribir cartas, o arreglar lo que se rompe, lleva tiempo, conlleva esfuerzo, pero tiene un significado y un valor que mucho más importantes. El fondo es mucho más valioso que la forma 😉 Un beso!
Me voy a leerte ahora mismo Cristina!
Te veo por allí.
Beos!
Me ha encantado el post. Yo también guardo cajas de esas y son para morir de risa….Mi hija es un poco más pequeña que Martina pero también le encanta recibir y escribir postales y cartas. A mí me parece precioso!
Para reir y no parar. Ahora me han entrado ganas de organizar ya esa cena con ellas y ponernos a leer todas como locas!
Un abrazo María
Que razón Bea, yo tb pensaba que era rara, esas cajas de recuerdos son algo primordial en mi vida, como podia ser que nos escribieramos cartas para darnorlas al día siguiente pero claro hay te explayabas con las amigas y siempre he mantenido correspondencia desde bien pequeña, es algo que me encantaba y creo que voy a recuperar. Un ebso
Al día siguiente o en el mismo día! jaja, era genial…
Un beso Laura
Entre las hormonas y tu historia, me has emocionado!!! Es precioso y me identifico mucho contigo en conservar y rememorar, muy de vez en cuando, esas cartas, diarios, notas… Me encantaría, muy pronto, poder inculcarle todo eso a «nuestra» Martina!!!! Un abrazo y Have a PEEK day!!!!
¿Conoces postcrossing? Un proyecto para mandar postales a gente por todo el mundo. Cuando me toca mandarle a algún niño tomo especial cuidado en buscar algo original y escribir para su edad porque sé que les hace una especial ilusión saber que también en los buzones llegan cosas para ellos
No lo conocía y ya habéis sido dos las que me habéis hablado de la web. Lo tendré en cuenta para el futuro ;D
Un abrazo
En mi familia la costumbre de los «crismas» en Navidad es sagrada. Estamos muy repartidos por toda la geografía y aunque luego en las fechas clave nos veamos casi todos, las tarjetas las enviamos con antelación por correo postal. Desde que tengo hijos van dirigidas a ellos y Diego, aunque no lee todavía, se muere de la emoción con cada una que recibe. Este año las nuestras fueron handmade y fue doble disfrute!
Así era yo, pero en algún punto dejé de escribir Christmas, así que en las Navidades del 2017 volveré al ataque.
Un abrazo Carmen
Me ha encantado el post…a mi también me encantan las cartas, recuerdo con mucho cariño las postales de navidad que enviaba a mis amigos y mi familia cuando era pequeña, o los años en los que me carteaba con amigos que conocía en verano en campamentos…era abrir el buzón y se me ponía una sonrisa en la cara;)
Ahora que estoy esperando también a «mi» Martina, estoy deseando que lleguen las próximas Navidades y enviar con ella las postales navideñas…la verdad que hay cosas que nunca deberíamos dejar que se perdieran;)
un saludo y gracias por tu trabajo Bea
Ya no es por nostalgia, es porque es un bien de la humanidad! jaja.
Que no se pierda el papel, el de los libros tampoco 😉
Gracias Paula!
Es genial que se cartee con otros niños de fuera y que les dedique tanto cariño. Además de la ilusión de recibir las suyas. Los míos han descubierto el correo estas navidades. Diseñamos nuestras postales para toda la familia y por primera vez fuimos a comprar sellos y las tiramos al buzón. la emoción fue máxima! Ahora tenemos que encontrar más remitentes 😀 Me ha encantado el post!
Nosotras el año que viene me he dicho que enviamos Christmas sí o sí!
Un beso y gracias Arantxa!
Me ha encantado Bea! Además, has cumplido ya tu propósito este mes: te has partido de risa!
Un beso desde Deutschland* y, aunque no sea por correo, un abrazo muy fuerte para Martina y Lola. Que las queremos mucho 🙂
Eli*
Jaja, lo de la anécdota de la notita fue el año pasado, pero sí, este mes ya he cumplido mi propósito por otro lado. Y espero repetir toodos los meses.
Un beso Eli!
Bea me ha encantado! cuanta razón tienes en todo lo que cuentas. Aún me acuerdo de la caja de papeles y sobres que tenía en casa, algunas hasta con olor. Y si no tenían olor allí que le echaba un flus flus de colonia. Jajaja! Tomo nota de este proyecto para hacerlo dentro de un tiempo. Los míos aún son un poco peques pero quizás en un añito ya podemos ponernos manos a la obra. En breve prometo carta desde Palma de mallorca 😉
Genial Aina! Un beso grande
Hola Bea!!
Hay que recuerdos todo esto!! Yo también tengo miles de cartas guardadas, he conocido a mucha gente, y escrito miles de cartas a mano y por suerte aún lo seguimos haciendo, hasta postales en Navidad!! Es bonito que estas cosas no se perdieran nunca…porque como.bien dices hace ilusión ver en tu buzón una carta y escrita a mano, me ha encantado tu post de hoy.
Es que abrir el buzón y ver tu nombre o el suyo escrito a mano da mucho subidón!
Me ha gustado mucho, Bea. Atesorar recuerdos es uno de los privilegios de la vida, y si se pueden escribir con papel y lápiz y guardar en una caja perduran para siempre.
Un privilegio total Ana
Que razón tienes!! Mi hijo (6 años) se escribe con su prima (7 años) y están encantados. No se cuentan gran cosa pero para ellos lo importante es que el otro ha pensado en ti y se ha tomado el tiempo de escribirte..
Y asi el buzón es algo más que facturas y publicidad
Totalmente, Martina escribe 4 cosas, pero tan contenta!
Trabajo en Correos, así que me ha encantado tu post de hoy. ¡Qué cunda el ejemplo! Que nos estamos quedando sin negocio, jajaja.
Con lo que me gusta a mí Correos Elena! Siempre lo relaciono con cosas buenas: enviar y recibir y siempre con ilusión.
Beso!
Estoy totalmente de acuerdo. Justo la semana pasada, me pasó lo mismo. Mi hija, de cuatro años, vio un buzón y me preguntó que qué era. Pensé que era una pena que se estuviera perdiendo la tradición de enviar cartas escritas de puño y letra. Así que me dije, para que no se pierda esa costumbre solo hay que mantenerla. Así que me he puesto manos a la obra y he decidido escribir cartas con mi hija para enviarlas a familiares que viven lejos. De este modo, le puedo inculcar ese gusanillo que da el pensar qué cara pondrán cuando la reciban y sobre todo qué cara pondrá mi hija cuando vea que ella recibe otra. Y, sinceramente, a mi me hace una ilusión tremenda. Habemos más nostálgicas por el mundo, Bea ;-).
Habemus muchas! Y que no falten Ana, jaja.
Besos
Me ha encantado leerlooo. He cogido fuerrrrzzzzzzaaaa para seguir con esta batallita. Porque es de esas cosas que con los mayores se me ha escapado (lo he intentado!!). Con los dos peques lo tendría que conseguir. Gracias por compartir.
Ánimo Montse! El fin merece la pena!
Me ha encantado el post!! Yo descubrí lo mucho que le gusta a mi peque enviar y recibir correo cuando su abuela se quejó de que sólo recibía cartas del banco y el le envió una carta con un bonito dibujo…a partir de ese día, no ha parado, se «cartea» con sus amigos e incluso hace sus propias postales cuando vamos de vacaciones.
A ver si no pierden la ilusión!
Un beso Maribel
Buen día, me encanta la idea y me encantaria que Martina se cartee con mi niño. aguardo tu aprobación. cariños Lorena.
Hola Lorena!
Me encantaría y como le decía a otra persona en Facebook, quizá más adelante lo haga, pero ahora mismo entre la familia que tenemos fuera, sus amigos y los hijos de los amigos, creo que tenemos para una buena temporada. Cada carta le lleva su tiempo, así que, por ahora, iremos poquito a poco.
Pero mil gracias!
Un beso
Brutal!!!! Lo que dices en este post mas que cierto y totalmente de acuerdo. Tenemos que enseñarles a nuestos hijos muchas de las cosas que hacíamos que se han perdido como escribir cartas, si escribir que ellos con todo lo digital y electrónico lo están perdiendo. Ademas penso que también así desarrollan paciencia porque esta generación creen que todo se hace con apretar un botón y ya. No que con lo de las cartas ven el proceso que toma tiempo pero que cumple su misión. Me encantó, gracias!
La paciencia para escribirlas, que les lleva un rato, y la paciencia de esperar a que llegue, a que le envíen otra de vuelta… Totalmente de acuerdo.
Un beso Yarisi
Que bonito post Bea ! a mi tambien me encantaba escribir cartas y coleccionar sobres y papeles… y todavia lo hago! jajaja y las cartas y agendas del cole son miticas, jajaja .
Este verano pasado decidi regalarle a Alexa un juego de cartas para que escribiera a sus amigos del cole mientras estabamos de vacaciones en españa y fue muy divertido! le encanto escribir y hacer dibujos, encontrar un buzon en el medio de la playa…y aun que al final no le llegaron tantas cartas ahora suelta un «ohh not fair» cuando llega el correo a casa y no hay nada para ella.. jajaja y eso que ya a casa casi solo llegan facturas!
Que ilusion ver que todavia haya mucha gente que guarda estas tradiciones tan bonitas 🙂
Eso haremos nosotras este verano, meter en la maleta, sobres, cartas y sellos!
Un beso Sofía
Hola, Bea,
En Instagram comentabas que estabas leyendo un libro de Mihaly Csikszentmihaly. ¿Qué libro es? ¿De qué trata? ¿Lo recomendarías? Me parece muy interesante la cita que has escogido para iniciar este post.
Muchas gracias y un beso
Se títula «Creatividad» y lo recomendó en su día La Madre Tigre en uno de sus post en el blog. Te dejo el enlace de Amazon.
A mi me ha gustado mucho!
https://www.amazon.es/Creatividad-psicolog%C3%ADa-descubrimiento-invenci%C3%B3n-Transiciones/dp/8449305101/ref=sr_1_sc_1?ie=UTF8&qid=1484779230&sr=8-1-spell&keywords=creatividad+mihayl
Bso
Que bueno.
Buenas!
He leído en instagram que te da pena que ya no haya conjuntos de cartas y sobres (mi hermana y yo les decíamos cartas de olor y las coleccionabamos), pues en una web que se llama lazycat a veces tienen de esos conjuntos. Toda la web es estilo kawai pero a veces también tienen cosas más «tradicionales». Hay algunos más infantiles y algunos más para mayores. Igual te viene bien. Los gastos de envío son un pelín caros pero vale la pena, el producto es bueno y llega bien. Te dejo el link
http://lazycat.es/es/27-cartas
A ver si hay suerte! Me encanta tu iniciativa de escribir cartas!
Mil gracias! Acabo de hacer pedido!
Este 2016 decidí volver a escribir cartas como las de antes: una carta al mes (aunque al final fueron algunas más) con un mini proyecto postal que se llamó #12meses12cartas.
Durante estos meses me he dado cuenta de lo bonito que es, no sólo recibir cartas en nuestro buzón sabiendo que alguien ha invertido tiempo en ello, sino lo reconfortante que es tomarnos una pausa para escribir unas líneas pensando en otra persona: desconectando de nuestras tareas diarias y dando rienda suelta a nuestro lado creativo y analógico.
Y es gracioso: creo que la ilusión que me hacía recibir cartas hace años sólo la puedo comparar con la que tenía cuando iba a recoger fotos recien reveladas 🙂
Mi hijo tambien se ha convertido en un auténtico fan de escribir y recibir cartas. La idea de cartearse con amigos extranjeros me parece genial…. intentaré copiártela!
Un saludo
Cuánta razón Bea, hay que intentar que este tipo de cosas no se pierdan. Los tiempos cambian, pero hay lugar para todo. ¡Una iniciativa fantástica! 🙂
Hola Bea! Leer tu post sobre las cartas (mi gran afición cuando era niña) e inculcárselo a nuestros hijos me parece precioso y es algo, que como tú con Martina, yo estoy deseando hacer con Léa en un par de años cuando aprenda a escribir. Yo también soy una nostálgica y una romántica y he retomado esta buena costumbre hace poco precisamente cuando este verano, buscando las mismas notas que te escribías tu con tus amigas para la boda de mi mejor amiga, me encontré las cajas de todas las cartas de la gente de todo el mundo con las que me escribía. Hay pocas ilusiones más impresionantes que abrir el buzón y encontrar una carta a tu nombre. Enhorabuena por el post y los buenos recuerdos que me has transmitido. Un beso
Genial ela articulo, que maravilla ver que el coreo postal despierta la ilusión, además es un medio de comunicación que permite mil posibilidades…olores, texturas, etc.
Quiero dejaros una propuesta personal, de la que soy autor. Se llama «La Caja Viajera» y hemos salido «a la luz» hace un mes.
Es un proyecto de difusión del mundo postal para niños y no tan niños, se trata de un libro-experiencia en el que el niño tras leer el libro, puede poner en marcha su propia aventura, bautizando su propia «caja viajera».
Tratamos de usar el correo postal, sin olvidar las ventajas de lo digital…..os animo a ver el proyecto, darle publicidad y si os animáis a participar….
Gracias
Paco Carter
http://www.lacajaviajera.com
https://www.facebook.com/lacajaviajera/?fref=ts
https://www.youtube.com/channel/UCUA7ripdSzOve0BHcu-B5pw
Desde el Taller de Animación Postal (*TAP*) queremos animaros a no perder nunca esta bonita afición de escribir cartas de propio puño y letra… y si se les puede poner una pizca de imaginación ¡mucho mejor!
¡¡Saludos y FELIZ CORRESPONDENCIA!!