Como ya os comenté hace tiempo aquí, siempre que soñaba con tener hijos, me veía por las noches tumbada con él en la cama leyéndole un cuento por las noches. Me gustaba pensar que ese sería «nuestro momento» y que lo esperaría con ganas cada día.
Muchos años después, ese momento llegó y se repite cada noche en nuestra casa, tal y como siempre lo había imaginado. Bueno no, mejor.
Es efectivamente nuestro momento del día, cuando ya por fin se termina, después del cole, el parque, cenas, duchas… Cuando ya no hay que «pelearse» por si hace bien o mal las cosas, sino que podemos bajar la guardia, relajarnos y disfrutar.
Contarle cuentos es para mi de las cosas más gratificantes que hay. Por la ilusión que transmite, su emoción, sus ganas de seguir leyendo más y más, y por la atención que presta cuando la leo.
Solemos leer varios libros, algunos incluso más de una vez, de dos y de tres! y como con todo en los niños, va por temporadas. Los libros me ayudan también a ver su evolución y cómo sus gustos crecen y cambian con ella.
Siempre empezamos leyendo el primero en el sofá de la habitación, pero acabamos tumbadas en su cama irremediablemente.
Si después de varios cuentos, sigue queriendo más, dejo que se quede leyendo ella sola en la cama y me encanta esconderme fuera de la habitación a escuchar cómo se lee ella misma los libros, que de tanto escucharlos, se ha aprendido casi de memoria.
Otros días, últimamente lo hace mucho, me pide que me quede un ratito más con ella en la cama, apagamos la luz y entonces, como si le hubiesen encendido un interruptor ,se pone a hablar sin parar, y a contarme cosas del cole, a preguntarme por cosas de respuesta complicada y argumentarme otras con su lógica aplastante. Sea lo que sea, suelen ser momentos tronchantes del día, muy especiales y para mi impagables. La complicidad con que me pide que me quede para «contarme cositas» con esa mezcla entre dulzura y picardía, me tiene totalmente ganada.
Da igual lo cansados u ocupados que estemos, la hora del cuento debería existir siempre. Para mi es un momento esencial, ya no sólo por la importancia de leerles cuentos, con todos los beneficios que ello conlleva, sino por la relación de confianza que creamos con ellos.
En mi próxima entrada os hablaré de los fantásticos libros de Lata de Sal que aparecen en este post, y que esta temporada leemos una y otra vez, una y otra vez.
¡Hasta el viernes!
¡Es muy emocionante la hora del cuento! ¡Y más con estas maravillas de literatura infantil!
Y por si fuera poco, es emocionante que un momento así acabe convirtiendo a estas esponjas en devoradores de libros. Dentro de poco nos lo agradecerán porque será algo que les acompañará durante toda la vida.
He descubierto las joyas de Lata de Sal hace poco tiempo y estoy deseando que saquen nuevos volúmenes 😉
Qué razón tienes, desde luego es un momento inigualable, cómo disfrutan ellas y nosotros, qué fotos más bonitas, me ha encantado tu post.
Besos.
Es genial la hora del cuento! Nosotras también la tenemos, aunque últimamente no quiere leer ninguno! Sólo hablar! ( espero q sea una racha , porque a mi me encanta leérselos!)
Mil bsos
con simples gestos podemos hacer grandes momentos! el mío aún es muy chiquito espero que llegue ese día de la hora del cuento! y cuando Lola sea más mayor deberá ser genial estar las 3 ! besos
A mí no me funciona.
Claro que hay hora del cuento, pero no leemos nada. Pol quiere contar sus historias, abrir y cerrar libros, contarme cosas con su media lengua, pero no escuchar.
De alguna manera me da un poco de envidia cuando veo que en las demás casas si funciona, pero eq, mis momentos también son especiales!
Pues tienes razón, no debería haber abandonado la hora del cuento… que por prisas, hemos dejado de hacer durante todo el invierno.
Mira que me pesa…
Estáis guapísimas!!! precioso post bea!
No perdaís nunca esos omentos, yo aun los recuerdo con mis padres, y ahora estoy deseando que nazca la pequeña Martina para compartirlos con ella.
Totalmente de acuerdo!! Para mí también es el mejor momento del día, cuando Nil escoge dos cuentos (a veces 3 y 4…) y los trae a la cama para leerlos juntos. Como me salga del guión, me dice, así no, mami! Se los ha aprendido de memoria y también a veces es él quien me los cuenta a mí. En nuestro momento y después apagamos la luz y me cuenta sus cosas, la mayoría se las inventa, como que ha comido «pingus» en el cole o como ayer que me dijo «mami, tú eres una prinsesa…»
Preciosas fotos en blanco y negro. Un abrazo!
Me ha emocionado esta entrada, por los momentos, por las fotografías, por esas piernas cruzadas de Martina, que está tan atenta a lo que le cuentas. Ojalá y estos momentos durasen toda la vida!
Qué bonito post, son siempre tan dulces!
Has sabido trasmitir lo que sientes perfectamente con tus palabras y con esas fotos preciosas. Yo también pienso siempre que ese momento de cuando sea madre será genial!!! Además, que esto sí que es animación a la lectura y lo demás son tonterias!! jejeje
Me alegra mucho ver que algo que defiendo tanto (que los padres lean a los hijos) sigue funcionando y sigue haciéndose en tantas familias!!
Un beso!!!
que bonito lo que cuentas 🙂 yo tengo muchas ganas de que llegue ese momento para disfrutar con mi hija 🙂
besotes
elisa
Esos momentos son imborrables. El mío mayor ya tiene 12 años y me sigo metiendo en la cama con él para contarnos nuestras cosas. Besos.
Aiis Bea que post tan bonito! las fotos transmiten una ternura, la carita de Martina es pura dulzura. Yo he intentado con mis peques el ratito del cuento antes de dormir, pero no se si será por que son dos o que .. pero no funciona 🙁 ni se relajan, ,ni se quedan en la camita y mucho menos se terminan durmiendo, no se como hacerlo por que también es una idea que siempre tenia 🙁 y pienso que es una forma de relajarse en su camita antes de ir a dormir.
Esperando con ganas el próximo post para ver que libros nos recomiendas.
Maravilloso post, Bea. Besos
Qué post tan bonito Bea, a mi me encanta leer y también intento inculcarselo a Antonio, aunque todavía no tiene mucha paciencia para leer un cuento entero, pero ya se queda con muchas cosillas y me pide el cuento que quiere leer cada noche!!! Espero que leer le guste tanto como a mi y así poco a poco ir aumentando su biblioteca.
Martina pa comersela enterita, como siempre!!!
Qué buena pinta tienen los libros (no me perderé la entrada donde hables de ellos). Yo acabo de aumentar su peque-biblioteca con una colección que se llama «Creciendo con Marta» que te recomiendo si no la conoces. Puedes verla en mi post de ayer; te dejo el enlace por si quieres echarle un vistazo.
http://elmundoentremigasdegalleta.blogspot.pt/2013/06/creciendo-con-marta-regalazo.html
Bea….! Como molas… Siempre….! como me gusta ese halo de felicidad y de equilibrio que siempre emana todo lo que sale de tus posts…
Me encantan esos ratitos con los peques y me encantas tu…!
Bea, leo tu blog siempre aunque nunca comento… qué tontería verdad?
Pero hoy me he animado porque tu post me ha gustado especialmente. No me extrana que ése sea uno de tus momento favoritos del día. Dicen que los lectores se hacen en el regazo de sus padres 🙂
Me animo a escribirte también para recomendarte una librería infantil que te pilla cerquita de casa, en Conde de Casal. Se llama Kiriku y la Bruja y es una maravilla (http://www.kirikuylabruja.com/situacion.html). Allí puedes sentarte horas y toquetear todo. También tienen talleres para ninos de todas las edades.
Un besito y enhorabuena por tu blog, por tus fotos y por tus nenas, que son preciosas.
Silvia
sin duda un momento precioso!!!
no puedo estar mas de acuerdo con este post!!!! a mi me pasa lo mismo, y cada noche me enamoro mas de ella!!
Para mí también es mi momento favorito del díaa! Me encanta leerle, lo malo es que no pasa del pollo Pepe y de la oruga glotona y me los hace repetir un montón de veces hasta que se cansa. Bsos.
Precioso post!
MªÁngeles.
Es una maravilla este momento, yo lo disfruto tanto tanto, a veces es ella quien me cuenta los cuentos, va pasando hojas y como se lo sabe de memoria, es maravilloso, Bea las fotos de ste post son preciosas.
Besos
Es el mejor momento del día..y ayuda a que yo me duerma últimamente, a veces tiene que seguir Sofía, que como está empezando a leer va tan lento que duerme a su hermana también y ya sólo queda ella jajaja
Me ha encantao!, la forma tan bonita que has tenido de explicarlo