El sábado pasado tuve la oportunidad de asistir a uno de los ateliers de cocina para niños que organiza Chloé Sucrée.
Conocí a Chloé en el encuentro de bloggers que organizó Mujer.es hace unos meses y desde el primer momento me cautivó. Es una de esas personas llenas de encanto, con su acento francés (me encantan los acentos extranjeros), su interesante historia y su más aún interesante trabajo. Esta psicóloga belga-suiza, especializada en el mundo de la comunicación y la publicidad, decidió dejarlo todo cuando se dio cuenta de que habia dejado apartado su lado humano, de contacto con la gente y decidió hacer algo creativo uniendo sus dos pasiones: los niños y la pastelería reiventada gracias a los alimentos ecológicos.
Su lema es BE BIO-TIFUL!!
Fue entonces cuando conoció el espacio de Federica & Co (Madrid – Hermosilla, 26), se enamoró de su jardín y le presentó su proyecto. Y allí es donde imparte sus talleres, en una cocina de cuento…
En el taller que yo estuve cocinaron «Gingerboys cookies».
¿Queréis aprender a cocinarlas con nosotras?
Pues aquí va la receta:
¡Empezamos!
1. Precalentamos el horno a 170º y preparamos 2 bandejas de horno con papel vegetal
2. En un cazo mediano, fundimos a fuego suave, el sirope o melaza con el azúcar y la mantequilla, mezclando.
3. Dejamos reposar y enfriar unos 10 minutos, y añadimos sin dejar de mezclar el extracto de vainilla.
Y ahora es cuando los niños pueden entrar en acción…
4. En un bol grande, tamizamos la harina, el bicarbonato de sodio y el jenjibre en polvo.
Todos los alimentos que utiliza Chloé en sus rectas son BIO, la leche por ejemplo era leche de arroz, que yo personalmente no conocía.
Chloé me comenta que «está comprobado que uno niño BIO ATTITUDE es menos reacio a nuevos alimentos y tiene una relación más sana con la comida».
Lo que más me gustó de Chloé fue el cariño con el que les explica a los niños como tienen que trabajar los ingredientes, como les habla sobre los alimentos, sobre sus propiedades… Les hace preguntas para que vayan memorizando las cosas y les hace partícipes en todo momento del paso a paso. Quiere que ellos mismos se «pringuen» y vivan la cocina.
6.Verter dentro el sirope y mezclar hasta que la masa este homogénea y un poco más solida.
Cristina y Gonzalo, sus dos pequeños alumnos, al principio no querían mancharse la manos, pero Chloé les animó a sentir la masa entre sus dedos, y cuando lo hicieron, les gustó tanto, que no querían dejar de amasar.
7. Preparamos el sitio de trabajo: harinamos la tabla o mesa donde se trabajará la masa. Hay amasarla rapidamente, para no calentarla.
8. Colocamos la masa entre dos trozos de papel vegetal. Con la palma de la mano, la aplastamos suavemente y luego con la ayuda de un rodillo pastelero la amasamos hasta que tenga unos 4 o 5 mm de espesor. (Luego las galletas se hinchan).
Esta parte les encantó, eso de darle golpes a la masa y luego pasar el rodillo por encima les pareció divertidisimo. Primero Chloé se sentó con ellos para enseñarles como debían hacerlo y luego les dejó jugar a ellos solos con la masa.
Se nota que Chloé disfruta con lo que hace, su empatía con los niños es increíble… ¡y su paciencia infinita!
9. Ahora llega el momento divertido de darle formas, las que queráis. Nosotros hicimos formas navideñas: un reno, una estrella, un gingerboy…para merendar o decorar nuestro árbol de navidad!
Uno de los objetivos de Chloé cuando creó estos ateliers era que los niños pudiesen aprender nociones básicas de cocina, saber de donde provienen los alimentos, probar nuevos sabores, nuevas mezclas y trabajar en equipo.
Y si vivieseis unos de sus deliciosos talleres comprobaríais que superan con creces su objetivo…
10. Colocamos las galletas encima de la bandeja del horno, espaciándolas
11. Horneamos entre 8 y 10 minutos, hasta que las Ginger Cookies tengan un color dorado.
Uhmm, ojalá pudierá haceros llegar a través de la pantalla el delicioso olor que desprendía la cocina de Federica y que se extendía por toda la tienda…
12.Dejar enfriar unos 5 minutos.. ¡y a decorar!
Se pueden decorar con una sonrisa con la ayuda de lápiz pastelero y se conservan unos 10 dias en una caja hermética.
Una vez han reposado unos minutos, Gonzalo y Cristina estaban listos para guardarlas en su cajitas y llevárselas a casa. Cada uno escribió su nombre en la caja, las guardó y listo!
¡Una rica caja de Ginger cookies para merendar!
Si queréis saber más sobre los talleres de cocina {Made by Chloé} no dejéis de visitar su blog y haceros fans en Facebook aqui para manteneros informados de todas la novedades.
Los talleres de Chloé sin duda alguna son Mammaproof con todas las letras.
Yo no puedo deciros más, que me he quedado «enamorada» del mundo al que te transporta Chloé lleno de pasión, buen gusto y dulzura (¿será por eso lo de Sucrée? )
Espero haberos hecho llegar un pedacito a través de este post y estas fotografías. Aunque lo mejor será que lo viváis vosotros mismos…
¿Os ha entrado tanta hambre leyendo este post como a mi haciéndolo? 😉
¡Feliz lunes!
Me encanta esto es pasarlo bien. Me quedo con el dato.
…uffff…
hace unos días descubrí en una revista el jardín de Federica, al día siguiente por casualidad su blog, que me dejó enganchada y hoy nos hablas tú de sus ateliers…será una señal??? ;D
Enhorabuena a Chloé…destila estilo y gusto y saber hacer…
me ha gustado muchísimo el post y me ha hecho seguir soñando!!
mart a.
Que rato más divertido que debisteis pasar!!!
Un saludo
Inma
http://www.lovechocolateandweddings.com
Me encanta!!
La semana pasada me apunte a un taller con mi hijo de cookies bio y estoy deseando que llegue el momento.!!!!
Te diré que la leche de arroz ecológica es muy buena para darles a los niños cuando tienen gastroenteritis o muchos «moquitos».
Yo se la doy a mis hijos en sustitución de la leche normal cuando están malos.
Un saludo y mil gracias por tu generosidad al darnos a conocer tantas cosas chulas;)
No hay mejor manera de empezar un lunes que con un post tan dulce!!
Mil gracias, las fotos son preciosas, me ha transportado a una mínima parte de lo que pudiste vivir compartiendo tan lindo taller.
Además el sitio es precioso. Ojalá yo tuviese un espacio así… cocinar para mí sería mucho más divertido y relajante.
Un abrazo y espero ansiosa lo que nos puedas traer mañana.
leche de arroz! yo tampoco la conocia! la verdad que lo de los alimentos bio seria lo ideal, pero en ciudades pequeñas cuesta mas encontrar este tipo de cosas…algo que en madrid encuentras facilmente!
que bonita se ve la cocina y el taller tiene pinta de ser de lo mas entretenido! solo con ver las caritas de los niños te haces una idea!
Las fotos son increibles, y no nos extraña que se enamorara del lugar… nosotras también tenemos nuestra pequeña obsesión, sin ir más lejos allí nos hicimos nuestra foto de perfil…
un beso y feliz lunes!!
PM
Parece un plan muy divertido y las fotos muy tiernas!
Feliz lunes a todos!
Qué delicia! Las fotografías son preciosas!
Me parece genial que los niños se acerquen a la cocina de esta forma tan divertida.
Las fotografías son muy bonitas.
Un saludo.
Qué suerte poder disfrutar de estos talleres, también suerte que nos los cuentes tan bien y con tanto detalle, casi casi podía oler las galletas!
Bon dia, Bea!
¡Gracias por este nuevo regalo!…
Yo sí conocía la leche de arroz. La tomo habitualmente, alternándola con leche de avena. La que tomo a diario es la de soja (hay de varios sabores, incluso), que para las mujeres y para prevenir la osteoporosis es muy buena (la soja en general, vamos).
De hecho, hace muchos años que dejé de tomar leche de vaca y el motivo no fue otro que lo mal que se sentaba la leche: me dejaba como cansada. Algunos años antes, un magnífico digestólogo-pediatra, que le diagnósticó a mi hija una intolerancia a la proteínas de la leche de vaca, ya me confesó que esta leche no era la idónea para nuestros niños y para nuestro organismos en general; según dicho doctor, la leche actúa sobre nuestro organismo como «colapsándolo» y atrofiándolo a nivel digestivo e incluso respiratorio. En los adultos me la desaconsejó totalmente y me hizo la siguiente reflexión: «tú has visto alguna vez una vaca adulta mamando?…Pues qué hacemos los adultos tomando leche como si fuéramos cachorros???»… Creo que se me quedó cara de tonta. Normal!
Por cierto, Bea,… ¿Cómo es posible que conozcas tantos rinconcitos especiales?
Cuando nos regalas estos pedacitos de tu tiempo es como si tod@s nosotr@s fuéramos visitando, de tu mano, esos espacios llenos de encanto y dulzura que nos presentas rebosante de entusiasmo.
Vamos recorriendo, virtualmente, el lugar y, así, lo vamos incorporando a nuestra memoria…
Nos enriqueces y nos «supervitaminas», como en los viejos «dibus» y cuando nos encontramos entre aquellas cálidas paredes, entre aquella acogedora decoración, entre todos aquellos objetos especiales y escogidos, con los sentidos y los sentimientos a flor de piel, entonces, entendemos que son lugares llenos de vida y de sueños (de los que los han creado y de los que los disfrutan) y que por ese motivo la magia del momento consiste en entender que allí, en ese espacio especial y único, puede suceder cualquier cosa… ¡Y sucede!
Te agradezco la generosidad del compartir, pero te agradezco todavía más la generosidad de cómo lo compartes. Gracias de verdad.
Besos.
Tengo que probar a hacerlas….que buena pinta tienen!!!!!!!!
El sitio ya lo conocía, tiene encantooo!!!
Me encanta!!! ¿ No os parece que el niño es precioso ???
Fdo: Su tía