Me mudaría a Canadá mañana. Sin pensarlo dos veces.
Supongo que no todo el mundo compartirá mi arrebato por este país de dimensiones inabarcables y otoños imposibles, pero hay una cosa innegable: Canadá es capaz de dejarte sin palabras así sin más, sin fruslerías ni pretensiones.
Canadá no necesita adornos ni halagos y es capaz de robarte el corazón con la crudeza de sus inviernos y el espectáculo incomparable de sus bosques y sus montañas.
Pese a su vasta extensión vive cómodamente a la sombra de sus vecinos americanos, dejando a éstos que se regodeen en su afán de protagonismo como quien supervisa a un niño consentido desde la mecedora sin levantar siquiera la vista de su labor de calceta.
Sólo de vez en cuando, muy de vez en cuando, abandonan su segundo plano para dejar claro que el talento canadiense nada tiene que envidiar al estadounidense.
No se me ocurre mejor exponente del árido genio canadiense que el ilustrador Jon Klassen. A sus ilustraciones no les sobra ni les falta nada y tienen una personalidad y un estilo inconfundible. El humor parco y un poco macarra de sus cuentos es un soplo de aire fresco entre tanta moraleja y moralina como suelen darse en este género.
Además, ¿hay algo más poético que haber nacido en Winnipeg, Manitoba?
En casa tenemos casi todos porque es uno de nuestros autores infantiles preferidos, pero los clásicos (1) Yo quiero mi gorro
y (2) Este No Es Mi Bombín
, editados en español por la editorial Milrazones, no deberían faltar en ninguna biblioteca infantil que se precie.
No lo puedo evitar, cada vez que paso la página y veo la cara de mosqueo de la ballena me troncho de risa. También son ideales para comprarlos en inglés porque el lenguaje es sencillo y las ilustraciones son tan expresivas que se sigue muy bien el hilo de la historia.
Algo tiene Winnipeg que otro de nuestros imprescindibles absolutos, (3) La visita de Oso (en español gracias a Ediciones Jaguar), también está ilustrado por una oriunda de Manitoba. Para mí este cuento cumple todos los requisitos. No pretende ser rompedor ni redefinir los principios del arte o la literatura pero es un cuento bien escrito, entrañable, divertido, con ritmo y unas ilustraciones que encajan a la perfección con el texto.
Para niños -y sobre todo niñas- más mayorcitos, Canadá nos ha dejado otro clásico ineludible: (5) Ana, la de Tejas Verdes que la editorial Toromítico acaba de reeditar en castellano.
He de confesar que empecé este libro con aprensión, temiéndome que me pasara como con Heidi que me empalagó mucho. Pero no, es un libro estupendo que sobrevive muy bien al carácter melodramático de la protagonista sin empachar ni pecar de excesivamente pío. A mi hija mayor y a mí nos ha gustado mucho, nos hemos reído y hasta hemos llorado. No se le puede pedir más.
Para las que se atrevan con el inglés hay una edición muy bonita (4) Anne of Green Gables de Puffin Classics ilustrada por Anna Bond, la creadora de Rifle Paper Co., que es perfecta para un regalo especial.
Pero si hay una canadiense que me ha conquistado recientemente, esa ha sido Alice Munro. Esta escritora tiene un su haber muchos récords como el de ser una de las pocas mujeres, y la primera canadiense, en hacerse con el Nobel de Literatura (el escritor Saul Bellow se había nacionalizado estadounidense cuando lo recibió) y ser, además, la primera persona que lo gana con una obra compuesta exclusivamente por relatos.
Sin embargo, el mayor logro de Alice Munro es haber conseguido todo esto robándole horas a las siestas de sus tres hijas, escribiendo sin descanso en la lavandería donde, entre coladas, pinzas y sábanas por planchar, tuvo durante muchos años su máquina de escribir.
Alice Munro tiene el enorme mérito de haber convertido en excepcional una vida aparentemente común, dándoles en las narices a aquellos reporteros de Vancouver que, con ocasión de un premio que obtuvo con su primer libro, titularon su artículo “Ama de casa encuentra tiempo para escribir relatos”.
Como a los cuentos de Klassen, a los relatos de Munro tampoco les sobra ni les falta nada y son, como ella, de una honestidad sobrecogedora.
En los últimos meses he leído (6) Escapada y (7) Mi Vida Querida, y no puedo más que recomendarlos encarecidamente.
Os dejo con una cita suya que me encanta:
“Always remember that when a man goes out of the room, he leaves everything in it behind… When a woman goes out she carries everything that happened in the room along with her.”
Alice Munro
¡Hasta la próxima!
Hace unos días una amiga me dijo, si me toca la primitiva te regalo un viaje, ¿cual sería tu destino? Y le respondí: Quiero visitar Nueva Zelanda, Japón y Canadá. Comparto además tu admiración por Alice Munro, aunque yo solo he leído La vista desde Castle Rock. Bienvenida, Ara.
Sin ser uno de los destinos más publicitados a mí es uno de los países que más me ha gustado. Los paisajes, el talante de su gente, un otoño incomparable y un invierno de quitar el hipo, no sabría ni por dónde empezar.
Y cuanto más te alejas de la frontera y de la influencia estadounidense mejor, Niágara por ejemplo es un Las Vegas con catarata.
Y de Alice Munro qué decirte, seguro que cualquiera de sus libros merece la pena.
Me ha encantado poder leer por aquí a la Madre Tigre, y me apunto sus recomendaciones 😉 Ana de las Tejas Verdes era mi pasión cuando era pequeña. Teníamos la serie en DVD y la veíamos una y otra vez con mi hermana jeje
Se ve que somos de la misma generación, yo también la veía en bucle. Lo curioso es que no había leído el libro hasta hace poco que lo compré para mi hija mayor.
Me encanta Canadá! Es algo que debo hacer antes de morir seguro segurisimo! 😀
Yo estoy deseando volver.
Genial LMT por decidirte a seguir con tus recomendaciones, a pesar de haber cerrado el blog. Ana de las tejas verdes es parte de mi infancia pero sé que el resto harán nuestras delicias viniendo de ti son apuesta segura. Ay! Canadá, me gusta muchísimo y sobre todo mucho más desde que tienen a Trudeau de presidente! Beso
Aquí entre tú y yo, Canadá es como Baviera pero a lo bestia.
Canadá es donde quiero irme a vivir, no cesará mi empeño, eso seguro, ya lo hice y quiero volver sin duda con mi familia, de los mejores recuerdos de mi vida, y que maravilloso país. Sus paisajes, la gente (mejor la del oeste que la del este todo hay que decirlo), sus montañas, lagos, sus largos inviernos, hasta su lluvia tiene otro color y es especial… ains mi país amado.
Creo que tenemos todos, y la serie Ana de las tejas verdes la vi y requetevi de pequeña
La parte que más conozco es el Oeste y, como tú dices, todo es especial, hasta la lluvia.
Es genial poder leer a La Madre Tigre aquí. Muchas gracias por las recomendaciones, se trata de álbumes que enganchan a los niños, que son nuestros mejores críticos. Aprovecho la ocasión para decirte, Madre Tigre, que es escribes genial y dominas el humor ácido y sarcástico a la perfección en cada una de tus crónicas. ¡Enhorabuena Con Botas de Agua por sorprendernos cada día!
¡Gracias Vanesa! Ya me dirás qué les han parecido a tus niños.
Si este blog ya me parecía perfecto, con esta colaboración ya me parece lo más de lo más 🙂 Menudo alegrón me he llevado esta mañana, yo que andaban echando de menos sus (tus) geniales posts…
Me voy ahora mismo a por los tres de Winnipeg. Besos!!
Con Winnipeg el éxito está asegurado 🙂
Hola LMT! yo sólo conozco la provincia de Quevec y, de lejos es el viaje que más me ha gustado. Yo también me iría a vivir allí con los ojos cerrados. Me encantó su mezcla de cultura americana con cultura europea (francesa). La gente estupenda y la naturaleza inconmensurable… Me quedé con las ganas de ir a la isla del Príncipe Eduardo que es donde ocurre la trama de «Ana de las tejas verdes» pero los días del viaje ya no daban más de sí. Espero volver algún día con mi hijo y poder compartir con él la experiencia. Ah! me apunto la recomendación de Alice Munro. Gracias
En 2015 hice uno de los cursos de Hello Creativity, Writing for selfdiscovery, fue increíble. Gracias a el (a Nuria especialmente) he retomado uno de mis sueños, no irme a Canada pero sí montar una pequeña tienda en mi pueblo. En el curso una parte era la Serendipia, palabra que no había escuchado hasta el momento, y firme candidata a ser el nombre de mi lugar especial. Bien, he ido mirando posibles proveedores y me faltaba algo, hasta hace unos instantes, he pensado, «los libros», quiero preciosos libros. Y cbda y Canadá me los han traído. Otra serendipia. Gracias por darnos a conocer estos pequeños detalles que ocupan grandes lugares.
Precioso post. Enhorabuena. Que ganas de ir a Canadá y de leer todos esos libros y que estén en las estanterías de mi peque. Un placer haberte leído y enhorabuena por colaborar en este precioso blog. Un saludo y a ver si coincidimos de nuevo…
Yo que he vivido en Canadá te aseguro que tengo mil y una anécdota con el frío, la nieve y los -44 grados. Lo de comprate un bosque y pierdete es una frase creada por un canadiense. En cualquier caso la Isla del Principe Edward de Ana de las Tejas Verdes, o Quebec, Montreal o su capital Ottawa o las Catáratas del Niágara desde el lado canadiense os lo recomiendo si vais para allá. Y por supuesto las memorias de Trodeau o de Ignatiev a quien le interese la politica.
¡Qué ilusión haber descubierto «Con botas de agua», sobre todo si se trata a través de una colaboración de «La Madre Tigre», en el que para colmo habla de literatura infantil, juvenil y de adultos! 😀 Un pack triple excelente.
«Ana, la de Tejas Verdes» es una preciosidad, y también recomiendo la serie «Emily», de la misma autora (L.M. Montgomery), que ella consideraba la más autobiográfica.
No conocía los álbumes ilustrados, tengo pendiente ir a la biblioteca a indagar, y de Munro tengo un libro de relatos comprado sin leer aún. Ahora me han entrado ganas de hincarle el diente. 🙂
¡Gracias por el precioso artículo!
Iraide
¡Espero que veas tu mano negra en el post! Me has metido el gusanillo con Emily, me pongo en cuanto acabemos lo que tenemos entre manos.
¡Besos!
Madre Tigre, que buena sopresa volver a leerte!!
Tomo nota de los cuentos pues algunos no los conozco
Canadá sí….me encantó. Bueno, ejem, todos los viajes me encantan. Acabo de iniciar un blog contando nuestros viajes con los niños. Os invito a pasar por allí 🙂
Jo, Bea, menuda colaboradora. Yo descubrí, o más bien me descubrieron a la madre tigre hace ya un tiempo, y estoy encantada que la hayas rescatado, pq lo último que supe es que dejaba el bloog. Genial que vuelva, aunque sea en pequeñas pildoras 😉
Alice Munro! Qué maravilla! Flipada estoy con ella… Me apunto las recomendaciones infantiles.. Gracias!
Mmmmm… Creo que me va a encantar esta nueva sección del blog!
Como siempre, colaboradores de lujo. Es una pena que mis cabras sean ya mayores para la sección de libros infantiles, porque tienen una pinta genial. Pero bueno, como tengo sobrinos pequeños, me los apunto!
De momento solo he leído un libro de Alice Munro (Amistad de Juventud) y me encantó. Así que me apunto también estas recomendaciones.
¡Gracias por este precioso post!
LMT gracias por volver, aunque solo te veamos una vez al mes, algo es algo. Me encanta Munro y de Canada sólo conozco Niagara y Toronto, aun asi todavía no me había ido y ya estaba deseando volver. No se qué tendrán aquellos lares que te atrapan de una forma misteriosa.
Resumiendo Madre Tigre que con el post de este mes me has llegao hondo, más o menos como con aquel mítico tuyo de los estropajos. Así que me dejas loquita por leerte otra vez.
Gracias a ti y a CBDA
Woowww que alegría me ha dado ver esta colaboración!!!Eso si, va a ser mi ruina…ya he llenado mi cesta de Aamzon con las recomendaciones.
Welcome back LMT!!!!!
La foto es Lake Louise, en Banff, Alberta, no??? Unos de los sitios más bonitos que he visto en mi vida!!!! Soñando con volver.. Tomo buena nota de vuestras recomendaciones. ¡Gracias!
Estoy en éxtasis! Por la colaboración y por la recomendación!
Dos grandes juntas sólo puede dar un resultado más grande aún.
Tigresa, que alegría encontrarte por aquí, fíjate si te echo de menos que a veces releo tus posts, mira tu que vicio más tonto.
Está al caer el cumple de mi sobri, a partir de que edad recomendarias Ana de las tejas verdes?
Besos